El 94% de los menores acata la necesidad de confinamiento y señala preocupación por sus abuelos

Niños, durante una salida permitida durante el estado de alarma.
Niños, durante una salida permitida durante el estado de alarma. - Ricardo Rubio - Europa Press
Publicado: lunes, 18 mayo 2020 17:11

HUELVA, 18 May. (EUROPA PRESS) -

El sociólogo e investigador de la Universidad de Huelva Iván Rodríguez, junto con la también socióloga Marta Martínez, ha llevado a cabo el estudio 'Infancia confinada', en el que se muestra cómo está afectando la crisis del Covid-19 a niños y adolescentes. Entre las conclusiones del estudio, destaca que más de un 94 por ciento de los menores encuestados han declarado la necesidad de acatar el confinamiento y han señalado su preocupación por sus abuelos.

Así, 'Infancia confinada' es el título del proyecto de investigación que han llevado a cabo los sociólogos Marta Martínez Muñoz e Iván Rodríguez Pascual, junto a la abogada Gabriela Velásquez, habiendo sido prologado por Luis Pedernera, presidente del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas.

Un trabajo que ha desgranado en el ciclo 'Diálogos UHU' por Iván Rodríguez, profesor de la Universidad de Huelva (UHU) especializado en el estudio sociológico de la infancia y las nuevas tecnologías.

Esta iniciativa que ha tenido el objetivo de conocer cómo ha vivido este tiempo este colectivo particularmente confinado. "Intuíamos, porque es algo típico de la sociedad española, en la que está normalizado el gesto de invisibilizar a niños, que no iba a ver muchas iniciativas dirigidas en este sentido", ha explicado.

La metodología seguida partió de un cuestionario online que se lanzó por redes sociales el pasado 21 de marzo, --una semana después de que comenzara formalmente el confinamiento--, para conseguir respuestas anónimas de niños de entre 10 y 14 años.

Un cuestionario que, como afirma Iván Rodríguez, "era muy abierto". Es decir, los niños podían expresarse con "bastante libertad y sin límite de extensión a preguntas muy básicas".

En total, el estudio ha logrado recabar la opinión de 425 niños y niñas en una franja de edad un poco más amplia de lo que estaba previsto en un principio, puesto que han participado chavales de entre 8 y 17 años, aunque el 90 por ciento de las respuestas se centra en los situados entre los diez y los 14 años.

Además, se ha logrado cubrir casi todo el territorio nacional, dado que han contestado niños de casi todas las comunidades autónomas, si bien, el 70 por ciento procede de Madrid, Andalucía, Comunidad Valencia y Cataluña, que se unen a casos sueltos de lugares como Ceuta o Canarias.

"El estudio tiene un carácter exploratorio, debido a que no se trata de una muestra formal o estadísticamente representativa en el sentido estricto del término. Pero sí es cierto que es el único estudio que se ha interesado por conocer la situación de niños y adolescentes en el confinamiento desde un plano social y cultural", ha remarcado.

"Es el único espacio científico que les ha animado a expresarse, por lo que creo que tiene un gran valor exploratorio que compensa todas estas limitaciones. Hay que tener en cuenta que los investigadores estábamos lejos de nuestros puestos de trabajo, con medios privados y lo hemos llevado a cabo en un tiempo récord, puesto que se ha completado prácticamente en cinco semanas", concreta Rodríguez.

LOS ABUELOS, PRINCIPAL PREOCUPACIÓN

En cuanto a los resultados obtenidos por el estudio, su responsable asegura que "las conclusiones son las que encontramos habitualmente después de dos décadas trabajando con niños y adolescentes". La población adulta tiende a imaginarlos desconectados de la realidad, pero "son mucho más conscientes de lo que suponemos". Por ejemplo, más de un 94 por ciento de ellos ha declarado la necesidad del confinamiento, por lo que hay un compromiso y un acatamiento muy mayoritario del mismo".

Por otra parte, los participantes en el cuestionario también son conscientes de la gravedad de la crisis actual, puesto que "muchos temen que sus padres pierdan el empleo en unos meses, les preocupa que en la familia no haya suficiente dinero y, sobre todo, son chavales que han estado muy empáticamente conectados con las personas que han dejado de ver". En concreto, resaltaría el caso de los abuelos y las abuelas.

Hay una preocupación constante en los niños sobre qué va a pasar con sus abuelos. Por supuesto, "piensan en el virus, la muerte, etcétera, pero su principal inquietud se refiere a sus abuelos, si están sintiendo soledad por no poder estar con ellos y el resto de su familia", aclara este investigador de la UHU, que recuerda que, "en la sociedad española, los abuelos y abuelas son muchas veces padres vicarios, es decir, que están asumiendo la carga de trabajo de la crianza de sus nietos".

Y, de repente, el confinamiento ha venido a cercenar esa relación que era tan intensa. "Probablemente, creo que la gente no imagina cuánto han echado de menos estos niños y adolescentes a estos familiares", ha agregado.

Al mismo tiempo, en el estudio se detalla que la familia, en general, es también la principal fuente de alegría de los chavales. Según apunta Iván Rodríguez, "cuando les preguntas en qué se apoyan esos días en los que se sienten un poco peor por estar encerrados, muchos nos responden que en la relación con sus padres, su familia, la convivencia con sus hermanos y, algunos, incluso, nos dicen que la mascota".

RESILIENCIA INFANTIL

Otro de los datos de interés detectado es que "los niños son seres bastante resilientes, puesto que la mayor parte de ellos dicen que han estado tranquilos durante el confinamiento, pues entienden esta situación".

Los investigadores han indicado que han detectado cómo los sentimientos de preocupación y tristeza han aparecido con relativa frecuencia en sus vidas. Por tanto, han detectado ese ánimo un poco depresivo o triste que genera el confinamiento". Entre los sentimientos negativos resaltados en estos días también se encuentra el aburrimiento, que ha aparecido de forma frecuente en este sector de la población.

Especialmente preocupante resulta un pequeño grupo por necesitar una particular atención, debido a que su satisfacción con la vida ha decrecido durante este tiempo. Son niños con una peor relación con sus padres, que discuten con cierta frecuencia con ellos, que se encuentran en familias con una mayor preocupación económica por tener un estatus socioeconómico más modesto.

TAREAS ESCOLARES

En definitiva, el investigador ha hecho hincapié en que de esto hay que aprender que "hay que escuchar a los niños", al tiempo que ha recordado que este colectivo ha sido crítico con las tareas escolares.

Es "abrumador" el volumen de niños que dicen que las tareas escolares son demasiadas, que están exhaustos, que muchas veces "no consiguen acabarlas y que esto de que los colegios de repente se esfumen y las casas se conviertan en aulas, no funciona".

Del mismo modo, Iván Rodríguez expone en este ciclo de 'Diálogos UHU' que la sociedad debe estar orgullosa de cómo queda retratada la población infantil y adolescente en este estudio, pero considera que, cuando acabe esta crisis, es cuando comenzará el problema.

HUELVA, MÁS HABITABLE

El informe elaborado a raíz del estudio llevado a cabo nos permite también comprobar cómo de todos los momentos se pueden sacar lecciones y nuevas oportunidades. En este aspecto, este sociólogo de la Onubense afirma que ha estado siguiendo con atención iniciativas de algunos alcaldes que, "inteligentemente, están aprovechando el contexto actual para construir ciudades más habitables para las personas que las conforman, más peatonales, sobre todo, desde la visión de niños".

A nivel general, este docente considera que "es necesario aprovechar nuestro contexto de oportunidad y construir una ciudad más peatonal, más de bicicleta". Por ejemplo, podría recuperarse el tema del carril bici. Igual sería el momento de revisar todo eso y plantear zonas verdes más seguras para niños. Y, sobre todo, creo que desde el ámbito municipal se pueden hacer muchas cosas para ayudar a la conciliación familiar.