HUELVA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Huelva, en colaboración con los técnicos municipales de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento, han llevado a cabo esta semana una actuación de inspección y posterior precinto de dos establecimientos comerciales ubicados en el centro de la capital y regentados por ciudadanos de origen chino, ya que se han detectados varias irregularidades en la venta de bebidas.
Esta actuación, según informó el Consistorio onubense en un comunicado, se produjo después de que los agentes del Grupo Lima recibieran una información donde se denunciaba la venta de alcohol a menores y fuera del horario establecido en estos locales, situados en la calle Marina y Paseo de Independencia.
Para confirmar la denuncia, la Policía Local estableció un dispositivo de vigilancia en Paseo de la Independencia, comprobando que efectivamente en torno a la 1,00 horas varios grupos de jóvenes compraban botellones, entre ellos menores.
Tras realizar una inspección del local y de la mercancía expuesta a la venta, se detectó además que el comercio carecía de licencia de apertura municipal y seguro de responsabilidad, teniendo además a dos personas trabajando sin estar dados de alta.
Igualmente, los agentes de la Policía Local observaron además que en las instalaciones había mercancía sin etiquetado envasada por ellos mismos, así como unos huevos podridos que, según manifestaron, "los fermentaban como es típico de su país".
Ante tales hechos, los efectivos municipales tomaron como medidas iniciales la inmovilización de todas las botellas de bebidas alcohólicas y la verificación de la salubridad y etiquetado de los productos de origen chino.
Posteriormente, se realizó una inspección con el asesoramiento de la veterinaria municipal en el que se comprobó que "casi el 90 por ciento del etiquetado era incorrecto", ya que se trataba de una pegatina irregular que se colocaba en el mismo comercio en envases reutilizados que se abrían para repartir parte de su contenido en otros envases.
Estas mismas irregularidades se detectaron en un comercio de la calle Marina, donde se elaboraban productos que envasaban ellos mismos para colocar después un etiquetado incorrecto.
El Ayuntamiento por tanto precintó los dos establecimientos y la mercancía se ha inmovilizado a la espera de resolución sanitaria que determine si es apta o no para el consumo y lo que se va a hacer con ella.