HUELVA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Asamblea de Cruz Roja en Huelva ha puesto en marcha una campaña de sensibilización para intentar que continúe la ayuda a las víctimas del terremoto de 7,6 en la escala Ritcher que en octubre de 2005 causó miles de muertos, heridos y damnificados y la destrucción de amplias zonas de Pakistán, India y Afganistán, ya que "aún queda una ingente labor de reconstrucción y recuperación pese a que han transcurrido ya cinco meses desde la catástrofe".
Para hacer posible esta campaña, el voluntario onubense Manuel Canelo, que ha permanecido varios meses junto al dispositivo de cooperación internacional en la zona devastada, ofrece charlas en centros educativos y cualquier foro que lo solicite.
El objetivo de las mismas es informar sobre el desastre provocado por el seísmo y la situación en la que han quedado las víctimas, así como para concienciar sobre la "importancia de que la cooperación internacional y la ayuda se prolonguen hasta hacer posible la reconstrucción de los pueblos afectados y evitar que los damnificados queden abandonados en medio de la destrucción después de las primeras actuaciones de emergencia".
Según expresó en un comunicado remitido a Europa Press, "es vital acudir inmediatamente para ayudar en situaciones de emergencia pero, sobre todo, lo más importante es no abandonar los pueblos afectados cuando las noticias de las grandes catástrofes dejan de aparecer en la televisión, ya que quedan sin nada, expuestos a numerosos riesgos y sin posibilidades de atención sanitaria, sin escuelas, sin nada para retomar sus vidas".
Esta es la principal idea que el voluntario de la Asamblea de Cruz Roja trata de transmitir para concienciar sobre la necesidad de que la cooperación internacional sea a largo plazo, "algo que no es posible sin la colaboración de todos".
Con el objetivo de seguir recabando ayudas, Canelo transmite su experiencia en Balakot, "un pueblo totalmente destruido por el seísmo, donde no quedó nada, ni siquiera lo más básico", por eso después de atender a los heridos y las necesidades más perentorias, "empieza la compleja y larga labor de reconstrucción para que los damnificados puedan sobrevivir y recuperar poco a poco sus vidas".
Para contribuir a esas labores de reconstrucción, Manuel Canelo se sumó a la Unidad de Respuesta en Emergencia especializada en tratamiento de agua y, "casi sin medios", ayudó a hacer posible la producción y distribución de 250.000 litros de agua potable al día destinados a la población y a los hospitales.
Además, Canelo y el resto de voluntarios se encargaron de organizar la construcción de instalaciones de potabilización y saneamiento de agua en esta zona devastada por el seísmo, para evitar así epidemias y muertes por falta de agua potable.
Ahora el voluntario onubense está de vuelta de Pakistán, pero su trabajo aún no ha acabado, "queda mucho por hacer en la zona afectada por el terremoto", de ahí que con esta campaña se pretenda conseguir que "las ayudas a las víctimas no cesen y pueda seguir la reconstrucción de los pueblos asolados".
