Huelva.- El CSIC insta a las administraciones a controlar las emisiones de arsénico y la temperatura de la ría onubense

Europa Press Andalucía
Actualizado: lunes, 18 septiembre 2006 14:50

HUELVA 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) recomendó hoy a las administraciones que controlen las emisiones de arsénico en el aire y la temperatura de la ría onubense, si bien resaltó que los parámetros se encuentran "dentro de la legalidad" vigente y que la calidad del aire de Huelva es "aceptable".

En rueda de prensa, el investigador del CSIC Juan Luis Ramos presentó el último estudio sobre el estudio ambiental de la ría de Huelva y detalló que el aire de Huelva tiene la particularidad de la presencia del arsénico, componente del que en 2005 "se apreció un aumento puntual que contrasta con la bajada progresiva registrada desde 2000, si bien se encuentra 100 veces por debajo del indicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a posibles incidencias en la salud".

No obstante, consideró "recomendable que las administraciones mantengan activo el sistema de vigilancia de arsénico e identificar y cuantificar todas las fuentes que contribuyen al nivel de arsénico", si bien añadió que "se están llevando a cabo unos estudios para determinar el origen que, aunque aún no está finalizado, determina que hay varios focos, uno de los cuales procede de Atlantic Copper".

En cuanto a la temperatura de la ría, cuyo límite máximo es de tres grados centígrados según la directiva de vertidos térmicos, el CSIC resalta que, aunque los incrementos de temperatura registrados en el agua de la ría no superan estos tres grados, es recomendable que se establezca un plan de seguimiento continuo de temperatura, sobre todo, hasta que estén en pleno rendimiento las centrales térmicas".

En este sentido, hizo referencia a que el informe realizado el año anterior "no hacía recomendable la puesta en marcha de los tres grupos de la central de ciclo combinado de Unión Fenosa porque la temperatura del agua podría subir 3,3 grados centígrados", aunque insistió en que, según lo que se ha medido, "la temperatura de la ría ha alcanzado los 2,86 grados en condiciones puntuales".

No obstante y ante la previsión de que los grupos de Unión Fenosa comiencen a funcionar a pleno rendimiento y la solicitud de instalación de una central de ciclo combinado por parte de Villar Mir, resaltó que "cualquier nueva central o actividad con vertidos térmicos a la ría, se une a los parámetros actuales y puede hacer subir la temperatura".

Por ello, consideró que "lo recomendable en Huelva sería que las administraciones propicien un descenso paulatino de estas emisiones, tanto al aire como a la ría", si bien recordó que "quien da las autorizaciones para la instalación de nuevas centrales en Huelva son las administraciones".

NIVELES DE OZONO

Respecto a los niveles de ozono, el estudio constata un incremento en la concentración, si bien constata que "el impacto no es sistemático en una zona, sino que está sometido a las propias evoluciones del penacho", aunque apunta que "las emisiones de nuevas centrales van a tener efecto sobre los niveles de ozono".

Por ello, el CSIC recomienda "mantener activo un programa de monitorización continuo de los niveles de ozono en el entorno de la ría de Huelva", tras poner de manifiesto que "las zonas con mayor impacto se sitúan fuera del núcleo urbano de Huelva y, en concreto, al nordeste y suroeste de la ciudad".

Por último, el informe también estudia la situación de las balsas de fosfoyesos y destaca que "el sistema de apilamiento proyectado es seguro en cuanto a la estabilidad de los terraplenes, es decir, sin la influencia inducida de fallos o deformaciones excesivas en el subsuelo o procedentes de otros agentes, como las olas o posibles tubificaciones".

Con estos datos, los científicos recomiendan "mantener activo un sistema de seguimiento de la estabilidad de los taludes de la balsa y restaurar los asentamientos actuales cubriendo de tierra las balsas", aunque destaca que las sustancias que se descargan en la zona, de 0,2 toneladas por metro cuadrado al mes, está por debajo de los límites recomendables.

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