Huelva.- Tribunales.- La Fiscalía archiva el caso del vertido de crudo de Cepsa, al no ver indicios de delito

HUELVA 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Huelva ha estimado archivar las diligencias abiertas de oficio sobre la investigación iniciada a raíz de producirse el vertido de crudo al mar proveniente de una monoboya de la refinería de Cepsa en La Rábida en Palos de la Frontera (Huelva), al asegurar que no se han visto indicios de delitos.

Fuentes de la Fiscalía indicaron a Europa Press que una vez analizados los hechos se ha podido concluir que en el caso del vertido de crudo de la monoboya de Cepsa, que tuvo lugar el pasado 26 de octubre de 2005, "la compañía no incurrió en ningún delito por imprudencia, ni en delitos medioambientales".

En el decreto emitido por la Fiscalía de Huelva, al que ha tenido acceso Europa Press y que avanza hoy los diarios Huelva Información y Odiel Información, se indica que "a la vista de la documentación obrante y del informe del fiscal, no se ha acreditado que los hechos sean constitutivos del delito contra el medio ambiente por el que se habían incoado las presentes diligencias" y por ello se procede al archivo de las mismas.

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 26 de octubre, cuando se produjo un vertido de unos 20 metros cúbicos de hidrocarburo al efectuarse la descarga desde un petrolero, 'Almudaina' de nacionalidad portuguesa, en la monoboya de la compañía Cepsa, situada en la refinería de La Rábida.

El crudo, por la dirección del viento y las corrientes marinas, llegó a la costa, entre las localidades de Punta Umbría y Lepe, si bien, la rápida intervención y coordinación del centro local de Salvamento minimizó los efectos, siendo también esencial la colaboración de la empresa Cepsa, según indica dicho decreto de la Fiscalía, en las labores de instalación de barreras, limpieza selectiva y restauración de las zona de playa afectadas, donde se recogieron aproximadamente unas 2.862 toneladas de arena con restos de hidrocarburo.

Asimismo, la Fiscalía dice en su decreto que "el sistema de carga estaba sometido a suficientes controles y medidas de seguridad para minimizar los riesgos de fuga y vertidos, y ello sin perjuicio de que de las conclusiones derivadas de este vertido pueda mejorarse en el futuro".

Además, se apunta que "la reducción rota (instalada en 2003) había sido revisada, al igual que las mangueras, en agosto de 2005, cambiándose alguna manguera que presentaba cortes o defectos y no detectándose nada anormal en las reducciones".