MÁLAGA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Menores número 1 de Málaga ha acordado este jueves una medida de convivencia en grupo educativo, es decir, el ingreso en un piso tutelado, para el menor acusado de la muerte de la niña María Esther en Arriate (Málaga). Además, ha decidido el alejamiento del joven de dicho municipio. La defensa recurrirá esta decisión.
En una vista, la Fiscalía de Menores y la acusación particular en representación de la familia de la víctima solicitaron dicha medida cautelar hasta que haya sentencia, al cumplirse este viernes el periodo máximo previsto por ley de internamiento preventivo del menor. Su abogado se opuso.
La abogada de la familia, Bárbara Royo, ha explicado que el juez, que se encarga también del juicio al menor, ha tomado esta decisión "sobre todo por la gravedad del delito" del que se le acusa, asesinato, aunque también las penas solicitadas por las acusaciones, ocho años de internamiento, tras cinco de libertad vigilada.
Además, ha señalado que también se ha tenido en cuenta "el riesgo de que pueda pasarle algo al menor o a testigos". Ha precisado que esta medida se empezará a aplicar a partir de este viernes, día en que continúa el juicio y en el que será trasladado para cumplir esa medida cautelar.
Ha explicado que la medida consiste en que el menor convive en un grupo educativo dentro de un piso tutelado "y por tanto está vigilado y su libertad de movimiento no es total". Así, la letrada ha apuntado que estará "controlado en todo momento y a disposición de la justicia", aunque tienen salidas y actividades programadas.
Sobre esta medida, el abogado del menor, Andrés Gálvez, ha dicho respetar la decisión judicial, aunque ha anunciado que presentará recurso. Sobre el alejamiento, ha dicho que "una persona que no tenga libertad para ver a su familia ni estar en su casa sin una condena ya me dirán cómo se puede concebir".
"Orden de alejamiento para qué, no creo que suponga un peligro para nada ni para nadie, hasta el momento no ha sido declarado culpable, simplemente se dirige un procedimiento contra él", ha manifestado, destacando que la familia de la niña no vive allí "ni hay perjudicados que se puedan ver afectados por esa libertad".
El letrado, que ha comunicado a su cliente que cumpla la medida "de la mejor manera posible", ha subrayado que de haber sido puesto en libertad "sólo se aplicaba la ley", algo que, ha dicho, "no es una posibilidad legal, es un mandato legal", apostando por una modificación de la legislación vigente.
"Mi cliente creo que no es el malo de la película, es que la película es mala, entonces lo que hay que hacer es cambiar la película", ha apostillado y ha insistido en "reflexionar sobre este tema, ver que algo no funciona y que el remedio no es matar al perro y se termina la rabia".
El padre de la niña, Juan Jiménez, ha dicho que ven bien que el acusado "no vaya a estar en la calle" y ha reiterado que "para nosotros toda la pena que le eche es poca; por nosotros, de por vida en la cárcel, porque mi hija no va a salir más del cementerio". "Qué derecho tiene él a salir", se ha preguntado.
DESARROLLO DEL JUICIO
El juicio al menor acusado de la muerte de María Esther ha continuado celebrándose este jueves a puerta cerrada, con la declaración de testigos, propuestos por la defensa, aunque se ha dejado para este viernes la testifical de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la investigación del caso.
Además, en la sesión del viernes también se practicarán las pruebas periciales, pero, según la abogada de la familia, no se prevé que dé tiempo a que las partes expongan sus informes finales, que se dejarán inicialmente para el próximo lunes, día en que se espera dejar el juicio visto para sentencia.
La letrada ha considerado que la sesión ha sido "muy positiva y se han acreditado ciertos extremos". Así, ha señalado que está "absolutamente descartado que el menor estuviera días antes en la caseta --donde apareció el cuerpo-- revolviendo piedras para buscar unos ordenadores que habían desaparecido en octubre".
Al respecto, Royo ha precisado que "tenemos prueba documental y testifical que lo acredita, con lo cual no había ordenadores en esa caseta desde el 6 de octubre". De hecho, ya antes del inicio de esta sesión apuntó que "se cae la coartada que nos cuenta el acusado acerca de la razón por la que había ADN suyo en la caseta".
"El ADN que se encuentra en la caseta no procede de que estuviera el menor dos días antes revolviendo para buscar unos ordenadores", ha señalado la abogada, quien ha precisado que el acusado "en sus dos primeras declaraciones dice que jamás estuvo allí", apuntando que lo reconoció posteriormente.
Ha vuelto a incidir en que la coartada del acusado para la noche del crimen, sobre que acompañó a un amigo al campo de fútbol, se fue a casa a las nueve y de allí no salió, fue desmontada en la primera sesión, apuntando que "los padres y las hermanas del acusado testifican que están todos en casa pero no se ponen de acuerdo".
Por esto, la letrada ha considerado en declaraciones a los periodistas antes del inicio de la sesión que "hay contradicciones por todas partes, lo que demuestra que todos mienten y que ninguno sabe exactamente lo que hizo el acusado a partir de las nueve de la noche".
El abogado de la defensa, por su parte, ha indicado que no cree que "las personas que hayan salido hoy del juicio tengan la convicción o creencia de que las cosas están más claras que ayer", aunque ha indicado que es algo que corresponde al juez y habrá que esperar a la sentencia.
