Acusado admite que planearon hacerse con una partida de cocaína de un traficante en un piso de Mijas, pero no matarlo

Ciudad de la Justicia de Málaga
Europa Press - Archivo
Actualizado: martes, 15 mayo 2018 14:59

MÁLAGA, 15 May. (EUROPA PRESS) -

La Sección Novena de la Audiencia de Málaga ha comenzado este martes el juicio a los supuestos miembros de una organización criminal, acusados de asaltar a dos hombres en una vivienda para robar los 28 kilos de cocaína que tenían y acabar con la vida de uno de ellos. Uno de los procesados ha admitido que planearon hacerse con la droga, pero no que la intención fuera matar a nadie.

La Fiscalía acusa a 14 personas, de los que 13 son presuntamente miembros de un grupo criminal dedicado a localizar traficantes de cocaína para "urdir planes dirigidos a la sustracción de la droga", para lo que realizan seguimientos y usaban armas, distintivos y ropas propias de la policía para disimular. El último procesado es uno de los supuestos narcotraficantes a los que robaron.

Según el fiscal, los presuntos cabecillas eran dos hombres que se encuentran en rebeldía, señalando que en mayo de 2015, los acusados mantuvieron una reunión en Madrid y supieron que había una importante partida de cocaína en poder de dos hombres; ante lo que "se elabora un plan" para ir a donde está la droga, simulando interés por comprarla", pero llevando billetes falsos.

La acusación pública sostiene que se vigiló a los dos hombres que tenían la droga y que un procesado se reunió con aquellos, mientras que el resto fue al piso donde estaba la cocaína, en Mijas, para esperar escondidos. Cuando llegó la víctima, "irrumpieron todos" y cuando esta intentó sacar un arma "fue reducido por los demás, y maniatado, además de que le dispararon tres veces".

El primer acusado que ha declarado ha admitido que hubo esa reunión en Madrid para preparar un plan para hacerse con la droga y que se llevaron a cabo seguimientos a la víctima, señalando que la idea era utilizar dinero falso en la operación y que luego "se fue improvisando". El día de los hechos ha dicho que estaban en la casa ocho de los procesados.

Ha manifestado que él no vio cómo se produjeron los disparos, porque estaba en otra habitación, pero que fueron "consecutivos, muy rápidos". Ha señalado que solo llevaban armas la víctima y uno de los hombres que está fugado, que fue quien le dijo luego que hubo un forcejeo cuando el otro sacó la pistola, por lo que se produjo la muerte; y que le ataron las manos porque cuando se produjeron los primeros disparos seguía moviéndose.

Este acusado, que reconoció su responsabilidad desde el principio, ha afirmado que "en ningún momento había en la mente de nadie herir. No fue intencionado y lo lamento mucho", asegurando que se arrepiente "porque en la mente de nadie estaba la muerte de un ser humano". Además, ha apuntado que las heridas del hombre "no son de una ejecución sino de una pelea entre dos personas".

"En un país latinoamericano matan a alguien, se queda muerto y no pasa nada. Aquí, sabemos que la Policía investiga hasta el final", ha manifestado el procesado, quien ha insistido en que "nadie podía prever lo que pasó y nadie lo buscaba", en referencia a ese resultado. "Si la víctima no llega a sacar el arma no hubiera pasado", ha apostillado.

Otro acusado se ha acogido a su derecho a no contestar a las preguntas de las acusaciones y ha asegurado no conocer al resto de procesados. Ha explicado que fue contratado como seguridad para un negocio del anterior acusado, pero que no sabía de qué se trataba.

Asimismo, otro ha reconocido un delito contra la salud pública, pero no el resto de cargos por los que está acusado. Ha indicado que no estuvo ese día en el piso y que la declaración del primero, situándole en la casa, "está condicionada".

Por su parte, otro procesado ha dicho que no estuvo en la reunión de Madrid y que el primero le dijo que hablara con un empresario colombiano para hacer un negocio de comprar droga, porque tenía el perfil para convencerlo, apuntando que se reunió con la víctima en un hotel y hablaron de ello. "Me arrepiento muchísimo de lo que ha pasado", ha indicado, aunque ha asegurado que él sólo subió a la vivienda con la víctima y se marchó el primero.

Según la Fiscalía, los acusados se dieron a la fuga y se apoderaron de la sustancia estupefaciente, que resultó ser algo más de 28 kilos de cocaína, con una valor de 1,1 millones de euros. No obstante, la Guardia Civil logró detener a varios de los acusados y se produjeron distintos registros domiciliarios.

Así, el fiscal acusa inicialmente a los 14 procesados por un delito de tráfico de drogas; a nueve de ellos además por un delito de asesinato; a 13 también por un delito de falsificación de moneda y por otro de robo con intimidación y uso de armas; mientras que a cinco procesados los acusa, asimismo, de tenencia ilícita de armas. El juicio continúa varios días.