Mujer tosiendo con mascarilla - HOSPITAL QUIRÓNSALUD MÁLAGA - Archivo
MÁLAGA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El inicio de la época de gripe, que este año confluye con la pandemia por COVID-19, ha llevado a los expertos del Hospital Quirónsalud Málaga a pedir "especial precaución" ante la combinación de ambas en estas fechas. Así, han insistido en la prevención y en discernir entre los síntomas de cada una, haciendo especial hincapié en los síntomas respiratorios, la tos y el ahogo.
Ambas enfermedades infecciosas, ha explicado el centro en un comunicado, son provocadas por un virus, siendo más probables en otoño-invierno. El año pasado, se contabilizaron casi 619.000 casos confirmados de gripe, 27.700 ingresos por este motivo, de los cuales 1.800 fueron en UCI, y 3.900 muertes atribuibles a gripe, según los datos del Instituto Nacional de Epidemiologia y la Asociación Española de Pediatría.
Por ello, a finales de octubre ha dado comienzo la campaña de la gripe, que este año confluye con el COVID-19. Una combinación que el director médico y jefe del Servicio de Medicina Interna, Miguel Marcos, ha considerado "preocupante" y ante lo que destaca la importancia de la prevención.
Tras ello, ha dicho, ha destacado prestar atención a los síntomas pues "son tan parecidos en sus fases iniciales que pueden confundir las dos enfermedades". Así, ha recomendado el uso de mascarilla, abrigarse convenientemente, buena ventilación de estancias, evitar cambios bruscos de temperatura o una alimentación saludable para ayudar a nuestras defensas a evitar contagios.
En las sintomatologías ha incidido el jefe del Servicio de Neumología del hospital, José Daniel Alcázar, quien advierte que en la fase inicial "pueden resultar prácticamente indistinguibles"; sin embargo, hay algunos síntomas que pueden guiar en el diagnóstico. Aunque la fiebre suele estar presente tanto en la gripe como en coronavirus, las complicaciones respiratorias son mucho más frecuentes en el COVID-19.
Por ello, Alcázar ha aconsejado prestar atención a los síntomas respiratorios, la tos y el ahogo, "porque no son frecuentes o tan frecuentes en una gripe ni mucho menos en un resfriado común, donde predominan los síntomas de congestión nasal y moqueo".
Por otro lado, ha indicado que la gripe suele tener un inicio mucho más abrupto. Ante una gripe, podemos estar un día bien y al día siguiente tener una fiebre muy elevada, por ejemplo, mientras que el COVID suele tener un inicio más paulatino. El período de incubación también es fundamental, porque en una gripe suele ser de tres o cuatro días y en un COVID suele ser en torno a dos semanas.
Por otro lado, ha señalado que el tratamiento en ambos casos suele ser sintomático y de recuperación en domicilio y, en el caso de sospecha de COVID-19, con síntomas como una complicación respiratoria o fiebre, habría que acudir al Servicio de Urgencias para practicar exámenes complementarios, diagnosticar y descartar una neumonía, lo cual puede ser motivo de ingreso hospitalario.
Los síntomas menores, como cansancio, malestar, moqueo, etcétera, se deben tratar de una manera convencional; con medicamentos de mantenimiento sin necesidad de ir a Urgencias por ello.
Por su parte la gripe se contagia de persona a persona a través de las secreciones respiratorias. El período de transmisibilidad se extiende desde 24-48 horas antes del inicio de los síntomas hasta cinco o seis días después; por lo que es altamente contagiosa.
Por ello, ante un cuadro de síntomas inespecíficos, como fiebre, tos o malestar, advierte Marcos, "lo más prudente es aislarse en casa, el uso de la mascarilla y el lavado de manos, junto a otras medidas como la toma de analgésicos, la hidratación o la ventilación de habitaciones. Por el contrario, en caso de dificultad respiratoria, síntoma más relacionado con el COVID, la recomendación sí es acudir al centro hospitalario para una valoración médica".
ATENCIÓN ESPECIAL A LOS MÁS PEQUEÑOS
"Los niños son el factor fundamental en la cadena de transmisión de la gripe, debido a que excretan virus durante más tiempo que los adultos y porque la carga viral de virus excretados es mucho mayor en éstos que en el adulto, lo que les convierte en los principales agentes en la transmisión de la enfermedad, además de que la incidencia de la gripe es más alta en los niños que en los adultos", declara el jefe del servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, Manuel Baca.
Los niños están en contacto constante con diferentes ambientes, en los que pueden a su vez contagiarse y contagiar a los demás. Además, clínicamente, la gripe es especialmente compleja en la infancia porque puede ir casi desde asintomática hasta la extrema gravedad, así como complicarse con sobreinfecciones graves, como las respiratorias.
Por otro lado, ha señalado que debemos ayudar a que los niños mejoren sus defensas. Para ello, ha destacado la alimentación, el adecuado sueño, el deporte y estar al aire libre para captar la vitamina D del sol.