CSIF exige pruebas para quienes han usado las mascarillas defectuosas del Gobierno en hospitales de Andalucía

Modelo de mascarilla defectuosa
Modelo de mascarilla defectuosa - CSIF
Publicado: lunes, 20 abril 2020 17:13

SEVILLA, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

CSIF ha tenido constancia del uso en centros hospitalarios de las ocho provincias de Andalucía de mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy modelo N95, entregadas por el Ministerio de Sanidad y retiradas posteriormente por este mismo departamento el viernes 17 al no reunir las condiciones de protección necesarias ni cumplir con la normativa europea, por lo que ha exigido que se hagan pruebas de detección del coronavirus (Covid-19) a quienes las hayan usado y califica lo ocurrido como "escandaloso".

En un comunicado, la central de Sanidad de CSIF en Andalucía reclama información a todas las gerencias de los hospitales donde se tiene conocimiento del uso de este material defectuoso y exige además de las pruebas diagnósticas un seguimiento exhaustivo de su entorno profesional y familiar, así como se convoquen con urgencia y de manera excepcional los comités de seguridad y salud para abordar este asunto.

Por otro lado, tras este "escandaloso" incidente, reclama que se realice un seguimiento de la trazabilidad de todos los productos sanitarios que les lleguen a los profesionales para su uso, sea cual sea su procedencia.

En concreto, CSIF ha tenido constancia de que en la provincia de Cádiz se han usado estas mascarillas defectuosas en la mayoría de centros hospitalarios del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA) y también de Atención Primaria. Asimismo, el sindicato ha conocido que hay un total de 12 profesionales que trabajan en la UCI del Hospital Puerta del Mar de la capital gaditana, que usaban estas mascarillas y que han resultado contagiados.

En Huelva, estas mascarillas se han usado en el Hospital Juan Ramón Jiménez desde hace más de una semana. Actualmente, se esta llamando a todos los profesionales que las han utilizado para hacerles test de Covid-19. Del mismo modo, unas 2.000 mascarillas de este tipo llegaron al Hospital Infanta Elena de Huelva, de las que 30 se entregaron al personal, pero han sido devueltas sin que se hayan usado.

En Córdoba, el sindicato tiene información sobre su llegada y uso en el Hospital Universitario Reina Sofía, el Área Sanitaria Sur y el Área Sanitaria Córdoba y Guadalquivir. En el Reina Sofía, se les ofreció a profesionales el uso de estas mascarillas el viernes, un extremo al que los sanitarios se negaron hasta que les proporcionaron mascarillas de otro tipo.

En Málaga tiene constancia de su uso en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria, también llamado como Hospital Clínico, donde CSIF estima que unos 1.100 sanitarios las han usado, ello sin contabilizar al personal de administración y servicios, por lo que pide un mínimo de 1.500 pruebas de PCR para todos ellos.

En este punto, CSIF subraya que el laboratorio de este centro realiza 100 pruebas PCR diarias, por lo que sólo realizar pruebas a estos 1.500 profesionales, les llevarían 15 días.

20 DÍAS USÁNDOLAS EN EL HOSPITAL DE ANTEQUERA

Las mascarillas defectuosas también se han usado en el Hospital Regional Universitario de Málaga, el conocido como Carlos Haya, "aunque la dirección gerencia lo niega", apunta el sindicato. También ha detectado su uso en los hospitales de las localidades malagueñas de Antequera y Ronda. En concreto, CSIF certifica de que en el de Antequera se han usado este tipo de mascarillas desde el 30 de marzo, es decir, que llevarían 20 días usándose.

En Granada, CSIF tienen constancia de que se repartieron las mascarillas que no eran adecuadas y se usaron en todos los hospitales y que llegaron también a centros de salud, pero en este caso, en la mayoría de ellos se retiraron antes de usarse.

Asimismo, en Jaén las mascarillas Garry Galaxy modelo N95 se han utilizado en el Complejo Hospitalario de Jaén y también en centros de Atención Primaria del Distrito Jaén. En las Áreas Norte y Nordeste de la provincia jiennense estas mascarillas se han distribuido, pero no hay constancia de que se hayan usado.

En el Hospital Torrecárdenas de Almería se recepcionaron 400 de estas mascarillas y se utilizaron unas 100 en la UCI. La información de la que dispone CSIF apunta que alguna más se utilizó en la quinta planta de este centro hospitalario, que es donde están ingresados los pacientes por Covid-19. No obstante, todas ellas fueron retiradas el viernes por la tarde.

Por su parte, en Sevilla estas mascarillas se repartieron por toda la provincia, con mayor incidencia en los hospitales. En concreto, al Hospital Universitario Virgen de Valme llegaron, pero no se distribuyeron.

Asimismo, CSIF relata que en el Hospital Universitario Virgen del Rocío ya están localizando a los afectados que han podido usarlas y se espera que esta localización en la provincia no tenga muchas dificultades, pues las mascarillas se entregaron tras la firma de un documento por parte de la persona receptora de la misma.

PIDE INFORMACIÓN DESGLOSADA POR CENTROS

En su escrito a las gerencias de los hospitales andaluza, CSIF Andalucía pide datos sobre el número de mascarillas FFP2 modelo N95 'Garry Galaxy' (verde) y el modelo N95, del mismo fabricante, así como el número de las mismas que han sido retiradas en los servicios y/o centros de salud. El sindicato se interesa además por el destino de dicho material una vez retirado, así como por el número de profesionales que las han usado con desglose de servicio y categoría.

Del mismo modo, reclama información desglosada por centros, servicios y categoría sobre los profesionales a los que se le ha realizado el estudio diagnóstico y están aislados por esta causa, así como datos sobre sus contactos dentro del servicio o del centro en cuestión. De igual manera, requiere información sobre la necesidad de realización de pruebas en el entorno familiar de dichos trabajadores y apoyo psicológico a todos los profesionales afectados por esta negligencia.

CSIF critica la falta de previsión, así como la "improvisación" de las autoridades sanitarias, que vuelven a retirar material de protección por no cumplir éste con los estándares de calidad. Este error supone un doble perjuicio: el que sufrirán de nuevo las arcas públicas por la compra de un material inservible, y sobre todo el que sufren los trabajadores que han estado usando unas mascarillas que no realizaban su función de protección frente al Covid-19.