El acusado entrando en la sala de vistas de la Audiencia de Jaén - EUROPA PRESS
JAÉN 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los forenses que han declarado como peritos han rechazado cualquier tipo de trastorno o enfermedad psiquiátrica en el acusado de matar a su casero a martillazos y después quemar su cadáver. El caso está siendo enjuiciado desde este miércoles en la Audiencia de Jaén por un tribunal con jurado conformado por seis hombres y tres mujeres.
"No tenía ningún trastorno psiquiátrico ni brote agudo de una enfermedad psiquiátrica", ha señalado la forense refiriéndose al estado mental del acusado, al que examinaron nada más ocurrir los hechos en febrero de 2019.
Asimismo, los dos forenses que han declarado han coincidido al señalar que el acusado "tenía intacta su inteligencia o voluntad" y "sabía perfectamente lo había hecho" y de hecho "lo reconoció y mostró arrepentimiento", además de ofrecer "un relato muy detallado" del día en que ocurrieron los hechos e incluso de los días anteriores. "Discierne perfectamente entre lo que está bien y lo que está mal", ha dicho uno de los forenses.
En lo que respecta a la autopsia, han apuntado que el cadáver estaba "muy carbonizado", hasta el extremo de que no pueden determinar la causa exacta de la muerte. Han confirmado que la víctima ya había fallecido cuando lo quemaron, pero no se pudo determinar el número de golpes que supuestamente propinó el acusado al fallecido en la cabeza.
También han declarado en la sesión de este jueves los hijos y la mujer del fallecido. Todos ellos han declarado que la relación entre el acusado y la víctima era "buena", e incluso la han calificado de "padre e hijo".
El acusado declaró el miércoles que empezaron los problemas cuando comenzaron a aparecer "demonios en su cabeza", algo que atribuyó a que la víctima le estaba haciendo brujería. Ha añadido que el día que ocurrieron los hechos discutieron por "unas piedras de diamante", pero ha reiterado a preguntas de las partes y del propio jurado que no sabe por qué hizo lo que hizo.
"Era el destino de Dios y pasó lo que pasó. Estaba escrito", ha señalado el acusado, que también dijo estar arrepentido por lo ocurrido. Relató que sólo le dio una única vez con una maceta de obra en la cabeza y que después regresó a la casa para quemar el cuerpo y así acabar con "todos los demonios" que había en la vivienda.
Desde este miércoles un jurado popular es el encargado de enjuiciar a E.H.M., acusado de matar en febrero de 2019 a su casero y posteriormente quemar el cadáver metiéndole fuego a la casa, en Martos (Jaén). El acusado lleva en prisión preventiva desde entonces puesto que tras lo ocurrido se dirigió a la Policía Local donde confesó su autoría.
SOLICITUD DE PENAS
La Fiscalía, según el escrito de calificación provisional al que ha accedido Europa Press, pide para él una condena de 14 años de prisión por delitos de homicidio e incendio en casa habitada. Además, también reclama una indemnización de 250.000 euros para la viuda y los cuatro hijos de la víctima, un hombre de 68 años.
La acusación particular reclama 25 años de prisión por considerarlo autor de un delito de asesinato. Según la abogada de la familia, lo ocurrido no fue fruto de una discusión sino de una acción premeditada en la que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse.
Por su parte, la defensa pide inicialmente la libre absolución por entender que el acusado cuando ocurrieron los hechos "estaba trastornado", de ahí que pida que la eximente completa de trastorno mental transitorio. Por ello, ha pedido al jurado un veredicto que sea "justo y clemente".
Los hechos ocurrieron el 1 de febrero de 2019 en una casa ubicada en el número 5 de la calle La Peña de Martos. El acusado residía en ese inmueble con el permiso del fallecido, que no le cobraba nada. El fiscal asegura en su escrito de calificación que las relaciones entre el acusado y su casero fueron empeorando.
El motivo de las discusiones entre ambos es que el procesado, según la Fiscalía, fue almacenando chatarra e introduciendo animales en la vivienda, "con el consiguiente problema de higiene que acarreaba", extremo que E.H.M. ha negado durante el juicio.
El día en que ocurrieron los hechos, E.H.M. invitó a su casero a casa a comer, "con la intención de ser agradecido", según recoge la Fiscalía. Sin embargo, el Ministerio Público relata que se produjo una discusión entre ambos y el acusado supuestamente golpeó a la víctima con una maceta de obra en la cabeza, objeto que no llegó a ser localizado entre los restos de la casa.
Para "intentar hacer desaparecer el cuerpo", trasladó el cadáver al corral de la vivienda, amontonó ropas y mantas viejas y puso el cadáver en el centro. A continuación, según relata el Ministerio Fiscal le prendió fuego.
Los bomberos se emplearon a fondo para sofocar el fuego, pero no fue hasta la mañana siguiente cuando la Guardia Civil encontró el cadáver después de que la familia del fallecido comunicara sus sospechas de que podría estar en la vivienda. Los agentes los restos óseos de un hombre y las pruebas de ADN realizadas confirmaron que pertenecía al casero.
Sin embargo, el fuego había calcinado por completo el cuerpo. Sólo se recuperó el tronco. De ahí que la autopsia no haya podido arrojar luz sobre cómo se produjo la muerte.
La Guardia Civil detuvo al inquilino de la vivienda como presunto autor de los hechos. E.H.M. confesó el crimen ante el juez, que lo envió a prisión preventiva, sin fianza.
Para este viernes está previsto que la presidenta del tribunal entregue al jurado el objeto del veredicto sobre el que deberán pronunciarse en su deliberación para determinar la culpabilidad o inocencia del acusado.