MENGÍBAR (JAÉN), 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 200 vecinos de los municipios jiennenses de Mengíbar y Bailén han participado durante el último año en el programa de Zonas con Necesidades de Transformación Social, que tiene como objetivo central el de "cambiar situaciones de desigualdad en barrios y entre colectivos en riesgo de exclusión social".
Se trata de un programa impulsado por la Diputación Provincial con el respaldo de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta, y que desarrolla acciones formativas que pretenden incrementar las posibilidades de estas personas para encontrar un empleo.
La diputada provincial de Igualdad y Bienestar Social, Adoración Quesada, se ha desplazado este jueves por la mañana a Mengíbar para clausurar junto a su alcalde, Gil Beltrán, este programa en el que han tomado parte en torno a 65 personas de los barrios de Señor de las lluvias, Cambroneras, García Morato, García Pintado, Bernardo López y la barriada de las 150 viviendas, según ha precisado la Diputación.
Esta iniciativa, que ha incluido la realización de actividades formativas, campañas de sensibilización e intervenciones en áreas como la salud o el empleo, entre otras actuaciones, se puso en marcha en 2013 en ambos municipios, y desde entonces, según ha explicado Quesada, "se han llevado a cabo acciones para mejorar las habilidades sociales de los participantes".
Éstos, además, también han participado "en trabajos de pintura y limpieza de edificios, se les ha dado orientación laboral para facilitar su búsqueda de empleo y, por último, han sido parte de una escuela de padres y madres donde se les ha dotado de herramientas que les ayuden a mejorar la educación de sus hijos y prevenir situaciones de riesgo", según ha añadido.
La mayor parte de los participantes en este programa son miembros de familias con indicadores de riesgo de exclusión social, como parados de larga duración, mayores de 45 años y familias con rentas inferiores al Salario Mínimo Interprofesional, que no cuentan con un empleo estable y se dedican fundamentalmente a trabajos temporeros y eventuales.
Dentro de este colectivo, la mujer joven es la más perjudicada, dado el rol tradicional que tiene establecido, baja cualificación académica-formativa y escasas posibilidades de acceso a cualquier tipo de empleo, según añade la Diputación, que junto a la Junta ha invertido más de 50.000 euros en el desarrollo de este programa.
