Palacio de Justicia de la Audiencia Provincial de Sevilla - EUROPA PRESS - Archivo
SEVILLA, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla ha iniciado este jueves el juicio a un hombre, cuyas iniciales corresponden a R.S.M., acusado de abusar de una mujer en una localidad de la Sierra Sur de Sevilla en junio de 2016, quien en su declaración ha negado que tuviera contacto íntimo con la víctima "pese a sus insinuaciones".
El procesado ha indicado que, el día de autos, estaba trabajando en un bar sobre las 15,00 horas cuando entró una pareja "de forasteros" quienes estuvieron consumiendo bebidas alcohólicas durante esa tarde. Así, ha indicado que la víctima estaba "bastante contenta" por el alcohol y no ha descartado que estuviera "bajo los efectos de otras drogas" por lo que "se hacía notar" al "insinuarse con los clientes, bailar, subirse a las mesas o ponerse en ropa interior" y al reprocharle la actitud a su pareja, éste le señalaba "que era así, que no pasaba nada".
A continuación, R.S.M. ha indicado que, sobre las 3,00 horas, cuando estaba en pub tomando copas con unos amigos, volvió a ver a la víctima quien entró al local "bastante ebria" y con "magulladuras en brazos y piernas" así como un dedo de la mano sangrando toda vez que había indicado que se había "caído de un terraplén". Así, el encausado ha señalado que la víctima pidió un teléfono para localizar a su pareja y que le prestó el suyo para que realizase esa llamada con resultado infructuoso, seguidamente, ha indicado que le invitó a una copa y que posteriormente se bebió un chupito de tequila "por su cuenta".
Continuando su relato, el procesado ha indicado que en ese momento la víctima estaba "bastante perjudicada" y que se cayó y se golpeó con la cabeza en la barra así como que "seguía insinuando" e incluso le puso la sal del tequila en el cuello "y le intentó lamérselo", si bien se lo impidió. Así, ha subrayado que rechazó a la víctima "en todo momento" porque no le "apetecía estar con una borracha y drogada" y ha negado que tuviera contacto íntimo con ella.
De esta manera, ha asegurado que la víctima se marchó del pub y que después, tras el cierre del local, él se marchó de allí con un amigo que le acercó en coche a su casa, y que "no volvió a ver esa chica" nunca más.
Por ello, a preguntas del Ministerio Público, "desconoce" cómo ha llegado una colilla con su ADN en el interior de otro edificio donde habían hallado a la víctima semidesnuda y cómo habían encontrado su perfil genético en las partes corporales íntimas de la víctima. Igualmente, ha señalado que no sabe nada de la benzodiacepina --ansiolítico-- que encontró en el organismo de la víctima y asegura que nadie "le echó nada a la chica en su bebida".
RELATO ESPONTÁNEO
Tras la declaración del encausado, se ha producido a puerta cerrada la testificación de la víctima a puerta cerrada, la cual, según han indicado fuentes del caso a Europa Press, ha aportado nuevos detalles porque ha ido recordando tras el transcurso del tiempo --cabe apuntar que tal y como se ha indicado en la vista oral por el acusado y los testigos, y se recoge en el escrito de las acusaciones, en el momento de los hechos, la víctima se encontraba privada de sentido-- con un relato "muy espontáneo" y que reflejaba "la gran afección psicológica" que sufre a consecuencia de los hechos que se enjuician.
Posteriormente, ha testificado la por entonces pareja de la víctima, quien ha indicado que se encontraban de viaje por la Sierra Sur a causa de su profesión de camionero --tanto él como la víctima son de la provincia de Almería-- y que en esa localidad estuvieron todo el día tomando copas y consumiendo estupefacientes. Así, ha indicado que en algún momento de la noche estaba muy afectado y "se quedó dormido" en la calzada y cuando se despertó su pareja ya no estaba por lo que ha apuntado que, acto seguido, se fue a su camión para ver si ella estaba allí.
De ese modo, ha señalado que se dispuso a descansar "cinco minutos" para luego ir a buscarla si bien ha apuntado que "se volvió a quedar dormido" y que despertó a la mañana siguiente y que vio llamadas perdidas de números desconocidos, para luego llamar recibir una llamada de su pareja que le indicó que estaba "en un hospital" y que "le habían violado".
Igualmente, este testigo ha asegurado que tras incidente rompió la relación con la víctima porque "no era la misma" indicando que había "un antes y un después" con respecto al día de los hechos. Además, ha señalado que en el bar en el que estuvieron por la tarde su pareja "no armó follón" y que tan sólo "bailaba" y "hacía juegos sensuales levantándose la camiseta" sólo con él.
TESTIGOS APOYAN LA VERSIÓN DEL ACUSADO
La fase testifical ha continuado con la declaración del vecino que encuentra a la víctima en la entreplanta de su edificio. Este testigo ha indicado que sobre las 6,00 horas se despertó escuchando gritos como de alguien llamando a otra persona, y que salió de su vivienda para luego encontrarse a la víctima en la entreplanta y semidesnuda y que intentó preguntarle qué hacía ahí pero ella "no podía articular apenas palabras porque parecía que estaba ebria". Por ello, ha señalado que llamó a la Guardia Civil, que gestionó el traslado de la víctima al hospital, y observó por la escalera del edificio que existía "varias prendas" que podrían ser de la víctima.
De otra parte, ha testificado el hermano del acusado, que ha declarado que se marchó del pub antes de la víctima. En concreto, ha indicado que salió del bar porque la mujer había tirado un vaso y no quería que su perro, un bulldog francés, se cortara, y que tras él, salió la víctima de los presuntos delitos y que "tras caerse de nuevo contra un coche" se metió dentro del edificio anexo al bar, y que ya se fue casa donde le comunicó a su hermano por 'WhatsApp' "lo que había hecho esta mujer".
La fase testifical ha culminado con la declaración del propietario del pub y del amigo del acusado que le acercó a su casa. Ambos testigos han apoyado la versión del encausado al indicar que la víctima se encontraba "bastante ebria" en el bar, que "se caía varias veces" y que nadie "se sobrepasó" con ella.
Así, el amigo del procesado ha indicado que R.S.M. no echó cuenta "a las insinuaciones" de la mujer que "llegó a querer lamerle sal del cuello", que no volvieron a verla tras salir del pub y que cuando se marcharon del local se fueron en coche "que estaba a 20 metros del edificio".
Por su parte, el propietario del pub ha indicado que "nadie manipuló" la bebida de la víctima y que cuando cerró el local vio como se marchaban el acusado con su amigo en coche así como que escuchó unas "voces" que llamaban a alguien del edificio anexo al bar que atribuyó a la víctima.
PETICIÓN DE OCHO AÑOS DE CÁRCEL
En esta causa judicial, el Ministerio Fiscal solicita para el procesado una pena de ocho años de prisión por un delito de abuso sexual con acceso carnal.
Asimismo, Fiscalía reclama que se le imponga la medida de seguridad de prohibirle comunicarse o acercarse a menos de 300 metros con la víctima durante un periodo de cinco años y la medida de libertad vigilada por un periodo de seis años cuando salga de prisión. Además, solicita que pague una indemnización de 6.000 euros.