SEVILLA 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía restó hoy importancia a la protesta protagonizada ayer por activistas de Greenpeace a las puertas de la Casa Rosa de Sevilla, actual sede del Gobierno andaluz, para protestar por la actuación de la Junta ante la construcción de un "hotel ilegal" en la playa de El Algarrobico (Almería), en el parque natural de Cabo de Gata, y se mostró "abierta al diálogo" con la organización ecologista sobre este asunto.
El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, aseguró que el Ministerio de Medio Ambiente "es el competente" en el conflicto sobre la construcción del hotel que se sigue edificando en la playa de El Algarrobico, aunque dejó claro que la Junta está "propiciando el diálogo entre las partes" afectadas, "proceso en el que estamos en estos momentos".
A preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, Zarrías prefirió no dar "mayor importancia" a la protesta protagonizada ayer por activistas de Greenpeace ante la Casa Rosa y dejó claro que la Junta está "abierta al diálogo con cualquiera de las partes, incluida Greenpeace".
Unos 15 activistas de la organización ecologista Greenpeace comenzaron ayer, sobre las 7.30 horas, una acción sorpresa a las puertas de la Casa Rosa para protestar por la actuación de la Junta ante la construcción "del hotel ilegal que sigue edificándose en la almeriense playa de El Algarrobico", lo que obligó a intervenir a la Policía Nacional, que bajó a dos activistas que habían escalado a la fachada del inmueble para desplegar una pancarta.
En concreto, los ecologistas depositaron en la puerta de carruajes de la Casa Rosa escombros de una demolición simbólica que realizaron el pasado domingo en el hotel y también dejaron "miles de ladrillos para pedir a Chaves que saque la construcción de un espacio protegido dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, gestionado por la Junta".