SEVILLA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El delegado de Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, afirmó hoy que el auto de procesamiento de los nueve guardias civiles dictado por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar (Almería) por presuntos delitos de trato degradante y lesiones "está dentro de la normalidad jurídica".
En declaraciones a los periodistas tras el acto de despedida del general Píriz al frente de la IV Zona de la Guardia Civil, López Garzón recordó que el Gobierno ya pidió a los ciudadanos que "comprendieran" la existencia de unos procedimientos "con todas las garantías, y siempre partiendo de la presunción de inocencia".
Según el delegado, la magistrada Estefanía López ha estimado que lo que procede es dictar, en base a la información que le ha llegado, ese auto de procesamiento contra las nueve personas, "y el Gobierno no tiene más que decir, salvo que son decisiones judiciales y absolutamente independientes en su ámbito".
López Garzón, de este modo, no quiso valorar la decisión del juzgado de atribuirles a los guardias civiles presuntos delitos de trato degradante y lesiones, y no de homicidio, pues "ha habido informes periciales suficientes, y si las partes no están de acuerdo con esa decisión, el ordenamiento jurídico prevé los correspondientes recursos".
REACCION ADVERSA A DROGAS
Según los razonamientos jurídicos del auto, al que tuvo acceso hoy Europa Press, se desprende de lo actuado "que los hechos denunciados pudieran ser constitutivos de presuntos delitos de trato degradante y lesiones", por lo que el proceso judicial continúa no ya como diligencias previas sino como procedimiento abreviado.
Los hechos, según el auto, tuvieron lugar el 24 de julio de 2005 sobre las 16.20 horas en el Cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, a donde Juan Martínez Galdeano se dirigió --tras un accidente de tráfico-- "en estado de agitación y alteración, dando voces y empujones" a tres de los guardias, "abrazándose a continuación al mástil de la bandera del Cuartel".
Continúa el relato de los hechos que, tras unos minutos de conversación, los agentes lograron convencer a Martínez Galdeano de que depusiera su actitud, entrando por su propio pie en las dependencias policiales, donde "nuevamente se puso violento y hubo de ser esposado y detenido".
Se acordó trasladarlo a un vehículo policial, resistiéndose a ello Martínez Galdeano, quien se negó a introducirse en el mismo "arrojándose al suelo y lanzando una fuerte patada a la puerta del vehículo para cerrarla". Una agente fue alcanzada en ese momento por la puerta, sufriendo lesiones, y otro guardia fue mordido en la mano por Martínez Galdeano.
Una vez en el suelo y en vista de que el detenido no deponía su actitud, se personó el teniente e indicó a los agentes "que se apartaran, procediendo a usar una defensa eléctrica contra el detenido", según reza en el auto. Al comprobar que este sistema no funcionaba, indicó a los agentes que lo inmovilizaran, por lo que "lo sostuvieron por la cabeza, las muñecas y los tobillos, siendo golpeado por uno de los guardias con una defensa aplicándole puntazos de dolor en el cuello y en los costados".
Además, otro agente "golpeó a Martínez Galdeano en las piernas con una defensa de goma" y un tercer guardia "le ató las piernas con un lazo de seguridad y usó un spray de defensa". Finalmente, Martínez Galdeano "cesó de moverse", momento en que los agentes "repararon en que no respiraba, practicándole maniobras de resucitación hasta que llegaron los servicios médicos".
El equipo médico comprobó que había fallecido, siendo la causa de la muerte "una reacción adversa a drogas de abuso debida a un consumo previo de cocaína", según el informe del Instituto de Medicina Legal de Almería. La víctima sufrió, asimismo, una serie de lesiones de las que hubiera tardado en curar 20 días, tras una primera asistencia facultativa y con un tratamiento consistente en reposo, curas locales y medicación.
