SEVILLA, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex subcomisario de Policía condenado a 108 años de prisión por su participación en los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), José Amedo (Lugo, 1946), presentó en la capital hispalense 'La conspiración. El último atentado de los GAL' (Espejo de Tinta), una obra en la que culpa al ex presidente del Gobierno, José María Aznar; al ex secretario general del PP, Francisco Alvarez-Cascos; al ex magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y al director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, de tejer tras los comicios de 1993 una trama conspirativa para intentar desalojar del poder al entonces presidente del Gobierno, Felipe González.
Amedo fue parte fundamental de la estructura GAL y el encargado por sus superiores de crear una estructura delictiva que fuera capaz de realizar actividades terroristas en el sur de Francia con el objetivo de presionar a las autoridades francesas y obligarlas a colaborar en la lucha antiterrorista y de hacer probar a los etarras su propia medicina.
En una entrevista concedida a Europa Press, José Amedo explicó que "cuando salí de prisión en 1994 pretendía reorganizar mi vida, pero Aznar, Alvarez-Cascos, Garzón y Pedro J. Ramírez decidieron conjuntar sus objetivos para forzarme vilmente a hacer unas declaraciones que abriesen las puertas a una situación política que pondría al PSOE contra las cuerdas y que les llevaría a conseguir sus fines, que en el caso de Aznar y de Cascos no era otro que conquistar el poder".
En este sentido, argumentó que el objetivo de la obra "es poner en conocimiento de la sociedad española los pecados cometidos por todas estas personas, que gozan de posición y poder y que tratan de ejemplarizar a la sociedad" y añadió que, por ello, el libro "tiene un rigor histórico y político de suma trascendencia".
Asimismo, aseveró que todo lo narrado en el libro "está respaldado de manera objetiva y poderosa por testigos insobornables que no borra el tiempo" y apuntó que "no podría contar lo que cuento si no estuviera claramente respaldado por elementos contundentes que avalan lo que digo".
En esta línea, Amedo reconoció en declaraciones a Europa Press que "una de las cosas que más me podría satisfacer es que alguno de los aludidos se querellase contra mí, pero ninguno lo ha hecho, sino que todos se han callado y han vuelto la cara para otro lado para que todo esto pase rápido y tenga la menor trascendencia posible". "Fueron y siguen siendo unos cobardes", aseguró.
'SEÑOR X'
Así, afirmó que "no han protestado, con lo cual están respaldando lo que digo en el libro" y aseveró que "si yo estuviera en su lugar hubiera demandando al autor de la obra sin dudarlo". En este punto, admitió que "uno de ellos ha tratado de contactar indirectamente conmigo, supongo que con el fin de medir las consecuencias de la obra".
Asimismo, y en referencia al "inspirador" de la creación de los GAL --el denominado Señor X--, indicó que "no está demostrado judicialmente que fuera Felipe González, aunque cada uno puede pensar lo que quiera" e informó de que "me consta que Manuel Fraga era consciente y tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo". Según apuntó, "todo el mundo intuye quien fue el Señor X" y agregó que "está claro que una decisión como esa no se toma a un nivel intermedio, sino a un nivel más alto".
Por otro lado, Amedo señaló que la creación de los GAL "fue una operación que se inició políticamente, no para acabar con ETA, sino para obligar al Estado francés a que colaborase con España en la lucha antiterrorista".
Por último, el ex subcomisario de Policía afirmó que, tras haber publicado 'La conspiración. El último atentado de los GAL', "me siento más libre que nunca" y agregó que "aunque de determinadas cosas no se puede hablar en profundidad por razones obvias, sí que narro aquellos hechos que son fundamentales y que ya han sido juzgados".
AUTOR
José Amedo nació en Lugo en 1946. Ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en octubre de 1968, siendo destinado desde el principio a los Servicios de Información de la Policía en el País Vasco. Condenado por su participación en los GAL, ha pasado más de 4.000 días encarcelado y actualmente sigue en libertad condicional hasta julio de 2007.
Su testimonio forzado en el proceso GAL fue determinante para la condena de los responsables políticos del Ministerio del Interior en los años en los que se crearon los llamados Grupos Antiterroristas de Liberación.