SEVILLA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El escritor Premio Cervantes y Príncipe de Asturias Francisco Ayala (Granada, 1906) afirmó hoy sentirse "abrumado" por los múltiples homenajes que en el año de su centenario le han dedicado y que consideró "inmerecidos", al tiempo que precisó que éstos le han llegado "de forma inesperada".
En el marco del ciclo de conferencias 'Leer a Francisco Ayala en siglo XXI' que la Fundación Lara ha realizado en honor al escritor granadino, éste se definió como una persona "modesta, recatada y tímida, a la que le ha producido extrañeza la situación de exaltación general producida a lo largo de este año".
En este sentido, el homenajeado aseguró que dichas celebraciones le han reportado una responsabilidad, que según dijo, "quisiera no tener", añadiendo que, en reiteradas ocasiones los actos homenaje le han llevado a preguntarse "quién es la persona de la que hablaban".
No obstante, Ayala agradeció "la buena voluntad" de cada una de las personas que han formado parte de los homenajes en su honor, destacando "muy especialmente" su gratitud a la consejera de Cultura y presidenta de la Fundación Francisco Ayala, Rosa Torres, "que ha realizado una labor formidable en lanzar a la realidad la fundación que lleva mi nombre, por lo que nunca terminaré de agradecerle lo que ella significa para mí".
Ante estas palabras, Torres devolvió el agradecimiento al escritor por su capacidad de "aguante y de compromiso por acudir sin dudarlo a cualquier acto que requiriese su presencia, por mucho esfuerzo que le costase", algo que, para la consejera, le convierte en "todo un caballero de la cultura". Además, indicó que cumplir un siglo "no está al alcance de todo el mundo y superarlo con una agenda repleta de actos es algo admirable y heroico".
Igualmente, la consejera de Cultura dijo haber cumplido el objetivo propuesto al escritor a principios de este año de convertirlo en el escritor revelación de 2006 al haber conseguido que los andaluces conozcan más en profundidad la obra de "uno de los pensadores más sólidos de la Humanidad".
AYALA Y GRANADA
El poeta y comisario del centenario de Ayala, Luis García Montero, remarcó durante su intervención en el ciclo que se ha clausurado hoy la relación del escritor con su ciudad natal, Granada. Acerca de ésta, apuntó que, "en ella, tuvo que tomar decisiones que marcaron su vida". Para García Montero, la más importante fue la de decantarse entre emigrar a Madrid con su familia en búsqueda de mejores condiciones económicas o aceptar el apadrinamiento de un familiar rico y permanecer en Granada. Finalmente, se quedaría con la primera opción.
Por otro lado, destacó la influencia en la vida del escritor de su abuelo materno Eduardo García Duarte, al que, aunque no conoció porque murió un año antes de su nacimiento, marcó su personalidad. Este afamado médico republicano "estuvo muy presente en su educación granadina", algo que el escritor refleja en su obra 'Recuerdos y olvidos' y en el cuento 'Retrato de un caballero'.
Para finalizar su intervención, García Montero quiso recitar al público, y en especial al homenajeado, un poema titulado 'Alhambra', que, según explicó, el escritor Jorge Luis Borges recitó al oído a Ayala en un encuentro que tuvo con éste en Granada en 1977.
NEW YORK, NEW YORK!
La esposa de Francisco Ayala y catedrática de la Universidad de Nueva York, Carolyn Richmond, que no quiso dejar pasar la oportunidad de participar en el último homenaje que se le ofrece a su marido en el año de su centenario, comentó algunos de los textos relacionados con su estancia en Nueva York (EE.UU), intercalándolos con la audición de varias piezas del musical 'New York, New York!'.
Bajo el título de 'New York, New York! On the Town con Francisco Ayala (Comedia musical apócrifa)', Richmond interpretó los textos 'The Last Supper', 'Una comedia muy humana', 'Un pez', dos piezas de 'El Jardín de las delicias', 'Violación en Nueva York' e 'Y va de cuento'.
Acerca de la estancia del escritor en esta ciudad estadounidense, Richmond explicó que la primera impresión de Ayala fue de "muerte", ya que, según dijo, "tenía la sensación de que tropezaba con la muerte a cada paso y no hallaba una sola cosa en la que poner los ojos que no le recordara a ésta". No obstante, incidió en que, con el paso del tiempo, aseveró que "es todo un privilegio poder vivir en un lugar tan lleno de oportunidades".
Otro de los aspectos que Richmond resaltó de los escritos de Ayala realizados en Nueva York fueron los temas sexuales y las violaciones. Para abordar estas últimas, utilizó una de sus fuentes "más profundas, que es la prensa, así como la ironía y la comprensión".
Por último y para cerrar el ciclo 'Leer a Ayala en el siglo XXI', el director de éste, Manuel Angel Vázquez Medel, resaltó que la lectura de las obras de este autor, al que consideró "uno de los gigantes de la Humanidad por su talla humana y profesional", le ha reportado momentos "inolvidables", que le han hecho acercarse al ideal de la belleza. Asimismo, afirmó que su obra le ha enseñado a ser mejor persona, algo que consideró "impagable".