Fiscal mantiene la petición de 17 años de cárcel para el exmilitar cubano por el crimen de la gasolinera

La sala de vistas antes del juicio
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 5 abril 2018 18:18

SEVILLA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía, en la exposición de sus calificaciones, ha mantenido su petición de 17 años de prisión de prisión por un delito de asesinato y diez meses de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas para Alberto H.B., el exmilitar cubano acusado de la muerte de Manuel J.G. el 27 de noviembre de 2015 en una nave de la urbanización 'Mataluna' de Carmona (Sevilla).

De otro lado, el Ministerio Público, este jueves, ha retirado la petición de indemnización para la viuda, a la que ella renunció en la sesión de este miércoles del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla, según han informado a Europa Press fuentes del caso. Cabe recordar que la Fiscalía no presenta cargos contra José María Y.T., dueño de la finca donde se ubica la nave y patrón del exmilitar, y le ha exculpado del caso.

De su lado, la acusación particular que ejerce la familia de la víctima reclama para cada uno de los dos acusados, el exmilitar y su patrón, 25 años de cárcel por un delito de asesinato, dos años de prisión por el delito de tenencia ilícita de armas y tres años de cárcel por un delito de encubrimiento, modificando su petición indemnización, solicitando un total de 420.000 euros, en concreto 100.000 euros para cada una de las tres hijas de Manuel y 120.000 para los padres del fallecido.

En el caso de la defensa del exmilitar, que ha reconocido durante la vista oral haber disparados dos tiros "a quemarropa" a Manuel sin darle la posibilidad de esconderse ni defenderse, niega que se trate de un asesinato y alega que este hombre actuó "en defensa de su patrón y protector", disparando contra Manuel J.G. presa de un "arrebato", ante la supuesta amenaza que sufría la persona que le había "acogido" en España.

Por eso, demanda que la condena se reduzca a un delito de homicidio por el que propone diez años de cárcel, más seis meses de prisión por la tenencia ilícita de armas, al pesar a su juicio las atenuantes de "defensa de derechos propios o ajenos y arrebato". La defensa de José María Y.T., por su parte, alega que su patrocinado no incurrió en "delito alguno", reclamando su libre absolución.

Cabe recordar que según la juez de Primera Instancia e Instrucción número tres de Carmona, todo sucedió entre las 12,00 y las 13,00 horas del 27 de noviembre en una finca de José María en la urbanización 'Mataluna' de Carmona y donde el exmilitar cubano trabajaba como guarda.

En un auto recogido por Europa Press, la juez instructora relata que las pesquisas habrían puesto de relieve que Manuel había acudido a esta finca propiedad de José María, "en compañía de otras tres personas y para reclamarle el pago de una deuda dineraria cuyo origen se desconoce".

En un contexto en el que Manuel y José María se habían enzarzado en una discusión y uno de los acompañantes del primero portaba "una barra de hierro", la juez detalla que el exmilitar salió de una nave de la finca con una escopeta "que consta en la base de datos como sustraída" y, desde una distancia de entre uno y dos metros, disparó a Manuel en la región abdominal, realizando un segundo disparo en la zona lumbar.

Tras ello, los tres acompañantes de la víctima de los disparos huyeron con él a bordo del coche en el que habían llegado a la finca e intentaron trasladarlo a un hospital de Sevilla capital. No obstante, "ante el empeoramiento" de la víctima y el "denso" tráfico, alertaron a los servicios de urgencia y detuvieron el coche en una gasolinera enclavada frente al polígono Calonge de Sevilla.

Hasta allí llegaron agentes de la Policía Nacional y facultativos sanitarios, quienes finalmente certificaron la muerte de Manuel a las 16,01 horas. El exmilitar cubano huyo tras los hechos y fue detenido por la Policía Nacional varios días después.

En la sesión de este jueves ha declarado como testigo el jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía en Sevilla, que ha valorado la colaboración de José María para la identificación y detención de Alberto.

El jefe del Grupo de Homicidios ha narrado que en torno a las 15,30 reciben un aviso de que hay una persona fallecida en una gasolinera, encontrando allí a tres personas, quienes
trasladaban el cuerpo de Manuel. Éstos comienzan a contar "cosas inverosímiles y muy raras" sobre lo sucedido.

Estos tres son trasladados a la Comisaría para tomarle declaración, contando dos de ellos, Raúl y Daniel, "una mentira" y que "no habían estado" en la nave. "Iban cambiando de versiones", ha asegurado el agente policial. Por su parte, Simón cuenta que habían acudido los tres junto a Manuel a una nave del 'gordo' -- José María-- para "discutir" por una deuda y "estando allí entró un empleado de José María y disparó a Manuel".

Ese mismo día, según ha declarado el jefe del Grupo de Homicidios, recibió una llamada de un abogado informándole de que la víctima "un amigo suyo" y que un "excliente" le había trasladado lo sucedido, que "un empleado suyo" había disparado a Manuel y que "tenía miedo y había huido", a Llerena (Badajoz), según comentó el propio acusado en su declaración pero que no ha sido comprobado en la investigación.

Posteriormente, según ha continuado explicando, habla con José María y éste le traslada que "ha sido un empleado suyo y en su finca, que cuenta con sistema de cámaras y está todo grabado". Entonces, José María "se traslada a Sevilla y quedan en la finca", llegando el dueño antes que los agentes policiales. Una vez allí, éste no sabe extraer las grabaciones y llama a un técnico para tal fin. Mientras se espera su presencia en el lugar, el teléfono que llevaba Alberto, que ya estaba "enganchado", refleja que éste se encuentra en un hotel cercano y en una llamada estaba diciendo que "había matado a dos personas más".

En este instante, la Policía monta un perímetro de seguridad en la zona para intentar detenerlo, aunque se encontraba en una zona de difícil acceso y que suponía un riesgo para los agentes.

Sobre las 03,00 horas, según ha narrado el jefe del Grupo de Homicidios, volvieron a la nave con el técnico y éste le dijo que el sistema "no estaba grabando", aunque extrajeron el disco duro pero no se ha podido extraer imágenes porque "no hay", descartando que hubiera un borrado. En este sentido, días más tardes conocieron que existía otro sistema de seguridad, robado días antes de tener conocimiento del mismo.

"MÁTALO"

Tras eso, trasladaron a José María a la Comisaría para tomarle declaración. Según éste, se había producido "una discusión acalorada por negocios y su empleado disparó a su amigo" --Manuel--. "Comenzamos una caza al hombre muy complicada, pues Alberto es un experto en técnicas de supervivencia", ha señalado el jefe policial.

"Todos los días detrás de él, caserío por caserío y con el helicóptero, diciendo cosas por el móvil para despistar", ha añadido al respecto, añadiendo que al cabo de los días se percataron de que "mentía mucho".

Una vez vadeó el río Guadaíra, Alberto llamó a José María para pedirle referencia para conseguir trabajo. Éste recogió con su coche a Alberto en la finca La Verdad para dirigirse a otra finca en Dos Hermanas en la que habría un empresario amigo suyo para contratarlo. Tras subirse al vehículo, José María telefoneo a la Policía y éstos interceptaron el trayecto y detuvieron al exmilitar.

Entonces comenzó el interrogatorio del principal acusado por la muerte de Manuel, "no poniendo problemas para decir lo que había sucedido". "Alberto dijo que habían golpeado a José maría, que estaba rodeado y que Manuel tenía una pistola. Pensó y manifestó que creía ue lo iban a matar", ha explicado el jefe policial, quien ha indicado que el detenido dijo que "José María llegó decirle 'mátalo'", algo que no ha sido corroborado por ninguno de los testigos de los hechos.

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