Huelva.- Fuegos Nunca Más convoca mañana a la plantación de 120 kilos de bellotas en el monte calcinado 'La Zarrezuela'

Actualizado: viernes, 20 enero 2006 14:14

En el acto simbólico participará la consejera de Medio Ambiente de la Junta y el objetivo es cuidar lo plantado en los próximos cuatro años BERROCAL (HUELVA), 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

La plataforma Fuegos Nunca Más ha organizado para mañana una plantación simbólica de más de 120 kilos de bellotas en el monte conocido como 'La Zarrezuela' --situado entre los municipios de Berrocal (Huelva) y El Madroño (Sevilla) y calcinado tras el trágico incendio de Riotinto (Huelva)-- en la que han mostrado su intención de participar voluntarios de los municipios afectados por el fuego; la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves; así como organizaciones ecologistas como Greenpeace o Ecologistas en Acción, sindicatos como Comisiones Obreras y Ayuntamientos.

En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la plataforma Fuegos Nunca Más indicó que se trata de "acciones solidarias" con la población de las zonas arrasadas por el incendio que el verano de 2004 calcinó más de 35.000 hectáreas en las provincias de Huelva y Sevilla, mediante las cuales se pretende recuperar dicho monte y la denominada 'Ribera del Gallego', con las especies que históricamente se encontraban allí plantadas antes del incendio.

La intención de la plataforma, según indicó Romero, "es que la sociedad se conciencie de la importancia del bosque", por ello, los voluntarios, "además de realizar las plantaciones, van a hacer un mantenimiento de las especies plantadas en los próximos cuatro o cinco años".

Con ello, se pretende convertir el monte de 'La Zarrezuela', en "el monte de los voluntarios", ya que, según especificó Romero, "serán ellos los que vean recuperar una zona que quedó completamente carbonizada tras el incendio".

Por último, estos actos buscan la implicación del participante en la restauración del área incendiada en contacto con la población afectada; el conocimiento in situ del área calcinada por el incendio que permite comprender su magnitud y su tremendo efecto sobre los ecosistemas y el paisaje; y por último observar la diferente respuesta al incendio de las distintas zonas en función de la vegetación que presentaban antes de la catástrofe.