SEVILLA 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
José Chamizo de la Rubia, nacido en Los Barrios (Cádiz) en 1949, cumple esta semana diez años como Defensor del Pueblo Andaluz desde su designación por parte del Parlamento de Andalucía y, ante la finalización de su mandato el próximo mes de diciembre, se ofrece para continuar "al menos una legislatura más", que posiblemente sería su última.
En una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la efeméride, José Chamizo hizo un balance de la década transcurrida al frente de la institución, desde las principales satisfacciones a los momentos más difíciles en un cargo en el que desea continuar, si así lo deciden los parlamentarios andaluces, y que le ha reportado a su persona, "sobre todo, el concepto de la paciencia activa".
"Nunca he tenido tanta paciencia como ahora, pero sin que suponga la inactividad, una clase de paciencia de la que han sido siempre modelo los pueblos islámicos", destacó Chamizo de su evolución personal al frente de la Oficina del Defensor para asegurar que en todo este tiempo no ha cambiado su personalidad y su manera de relacionarse.
"Sé que no me he perdido como ser humano, porque hay laberintos con riesgo de que te pierdas; sé que sigo siendo yo a pesar de tener un cargo cuya vorágine te hace muy difícil separar dónde se encuentra la persona y dónde el personaje pero, en la esencia, creo que no he perdido la humildad, la sensibilidad, el trabajo en equipo y tener las relaciones adecuadas con las personas sin profesionalizarme, sabiendo que para cada persona su problema es su mundo, unos aspectos que son muy de mi carácter", describió.
A pesar de que califica de "dura" su labor como Defensor recuerda que "ya venía entrenado; no procedo de una camino de rosas". Chamizo estuvo muy vinculado en tareas de asistencia y apoyo ante problemas de drogodependencias y de lucha contra la marginación y la pobreza, principalmente en la comarca del Campo de Gibraltar. Por ello, se siente con fuerzas para continuar cinco años más en su tercer mandato "y, después, habría que reconsiderarlo".
Del balance de su labor, el Defensor se satisface del conocimiento de la institución, de las visitas que realiza a todos los pueblos de Andalucía y, en temas más particulares, por la insistencia en el tema del salario social, la consecución de que algunas propuestas y recomendaciones se hayan formalizado como proyectos de ley y la creación de un departamento del menor.
RECLAMACIONES
En cuanto a las reclamaciones de los ciudadanos, Chamizo significó la apuesta del Defensor del Pueblo por normalizar la inmigración; temas de patrimonio histórico; cárceles; las recomendaciones aceptadas en urbanismo; temas de mujer como la reacción ante el asesinato de Ana Orantes, "que de alguna forma originó toda la lucha contra la violencia de género"; los temas de mayores o la salud mental. "Seguro que se quedan en el camino muchas cosas porque la memoria es frágil y siempre estoy urgido por el presente".
Entre los aspectos no resueltos, incidió en un tema que se ha convertido en una obsesión personal, los problemas de salud mental relacionados con las toxicomanías, "que no tienen la respuesta adecuada por parte de las administraciones". Agregó temas de inmigración; de infancia, "donde se me hace muy difícil ver a menores maltratados o cómo son objeto de chantaje emocional en una separación" y la situación de mayores maltratados en el ámbito familiar o en algunas residencias.
BIOGRAFIA
José Chamizo de la Rubia, nacido en Los Barrios (Cádiz) en 1949, es sacerdote y Licenciado en Historia de la Iglesia, por la Universidad Gregoriana de Roma, en Historia Contemporánea, por la Universidad de Granada, y tiene la diplomatura en Biblioteconomía por la Ciudad del Vaticano.
Dirigió durante años la creación y organización de numerosas asociaciones y colectivos de lucha contra la droga. Su actividad en esta labor mereció en 1994 la concesión de la Medalla de Andalucía.
Fue designado Defensor del Pueblo Andaluz por el Pleno del Parlamento el día 16 de Julio de 1996 (BOJA 82, de 18/7/96) y reelegido para un nuevo mandato por el Parlamento en su sesión plenaria del día 28 de Noviembre de 2001. Con fecha 18 de Diciembre de 2002 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.