SEVILLA 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los jóvenes, generalmente en sus primeros empleos, son las víctimas más frecuentes en la Comunidad Autónoma Andaluza del llamado 'mobbing', seguidos de las personas de entre 40 y 50 años "que han demostrado su valía en el puesto y a quienes es más difícil echar", según comentó la presidenta de la Asociación Andaluza contra el Acoso Moral en el Trabajo (Asacamt), Juana Sánchez Montero.
En declaraciones a Europa Press, Sánchez Montero señaló que los jóvenes son el objeto "más frecuente" de una serie de conductas que persiguen calumniar, ofender, ridiculizar y conducir al aislamiento del resto del grupo, ya que según comentó, éstos resultan "una amenaza" para los llamados acosadores, "caracterizados por ser bastante mediocres profesionalmente, tener complejo de inferioridad y miedo a perder su empleo".
Según la tercera Encuesta Europea sobre Condiciones de Trabajo en la Unión Europea, un cinco por ciento de la población española sufre acoso psicológico en el trabajo, "lo que le cuesta a la sociedad más de 90 millones de euros por bajas o invalidez profesional".
Asimismo, la presidenta de esta asociación destacó que "son las mujeres las que antes detectan el acoso moral y quienes en primer lugar buscan asesoramiento para denunciarlo", ya que a su juicio, "están más sensibilizadas por las discriminaciones que han sufrido a lo largo de la historia".
Del mismo modo, incidió en que, "los trabajadores sufren en mayor medida el acoso moral en la administración pública", ya que según explicó, "es más difícil echarles de ese puesto, por lo que se les ignora para que sean ellos quienes dimitan". Sin embargo, Sánchez matizó que, "en las empresas privadas el acoso se produce en menor grado, ya que éstas no pueden permitirse económicamente que trabajadores estén parados sin realizar trabajo alguno como si ocurre en la administración pública".
'MOBBING'
El acoso moral en el trabajo es "una sofisticada forma de persecución u hostigamiento psicológico que un empleado sufre en su lugar de trabajo y que busca desestabilizar psicológicamente a la persona para que ésta abandone de forma voluntaria la organización". Además, se realiza "con sutileza", sin muestras de agresividad manifiestas y en un proceso lento de desgaste psicológico.
El mobbing se caracteriza por ser una práctica que se apoya en el silencio o la complicidad de los compañeros de la víctima. Así pues, entre los motivos que inducen a estas conductas pasivas se encuentran "no poner en peligro su puesto de trabajo o la envidia y el resentimiento hacia su compañero".
De este modo, "todo puede comenzar con algún pequeño acto aparentemente banal -un comentario malintencionado, un encogimiento de hombros o una mirada hostil--, que se convierte en el primer eslabón de una cadena de humillaciones, maltratos y vejaciones".
PROPOSICION NO DE LEY
Asimismo, mientras que en algunos países como Suecia o Francia, ya constituye un delito penado por las leyes laborales, en España no existe legislación al respecto. En este sentido, la presidenta de Asacamt señaló que las denuncias judiciales y quejas planteadas ante el Defensor del Pueblo por este motivo "han ido en ascenso en los últimos años".
Así pues, el pasado 2 de junio de 2005 el Grupo Parlamentario Socialista presentó ante el Congreso de los Diputados la proposición no de ley "para la elaboración de un protocolo de buenas prácticas administrativas que garantice el tratamiento de prevención y reacción adecuados al acoso psicológico".
CONSEJOS PARA COMBATIRLO
En el caso de ser víctima de acoso moral en el trabajo, Asacamt recomienda ante todo "reunir pruebas" --documentos, testigos, certificado médico-- y apuntarlo todo, "incluso los detalles más insignificantes", ya que lo que causa estragos en el acoso no es cada uno de los ataques sino su conjunto.
De este modo, para que el abogado, el psicólogo, el inspector de trabajo y finalmente el juez, comprendan lo sucedido, se les han de proporcionar los medios necesarios para ello. "Una lista de los ataques sufridos, con sus fechas y detalles puede ayudar a esta comprensión", añadió.
Los hechos se deben denunciar ante el médico de trabajo, el inspector de trabajo y la seguridad social y solicitar al empleador posteriormente, un reconocimiento como accidente de trabajo.
Seguidamente, uno debe informarse personalmente de sus derechos por mediación de los códigos penal, civil y de los trabajadores; así como del Estatuto de de los Trabajadores. Finalmente, se debe acudir a un abogado "con un esquema muy definido y las ideas claras".