Málaga.- El 18% del suelo de la provincia de Málaga estaba ocupado por actuaciones de carácter urbanístico en 2005

MALAGA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Ignacio Trillo, manifestó hoy que en 2005, el 18% de la provincia de Málaga estaba ocupada por actuaciones de carácter urbanístico, u "otras actuaciones que han hecho desaparecer el suelo".

Trillo, que presentó la décimo novena edición del Informe Anual de Medio Ambiente en Andalucía en 2005, aseguró que Málaga es "con diferencia" la provincia andaluza "que mayor ocupación tiene por intervenciones humanas relacionadas fundamentalmente con el proceso urbanístico del litoral andaluz", y aseguró que "esto corresponde a un modelo agotado que tiene sus antecedentes en nuestro litoral pero que en los últimos tres años no se ha detenido".

Así, expuso que según el informe, en cuanto a la ocupación de la franja de los primeros 500 metros del litoral en la provincia figura primer lugar Mijas, con 455,22 hectáreas selladas de las 534,08 que posee en esta franja (85,3%); seguida de Marbella, con 1.105,7 hectáreas ocupadas de las 1.346,68 hectáreas que posee (82,11%); y Benalmádena, con el 78,96% de la superficie que posee en esta franja ocupada --341,59 de las 432,64 hectáreas--.

En la franja de un kilómetro, en primer lugar se encuentra Torremolinos con un 43,5% de la superficie ocupada, mientras que en la franja de los cinco kilómetros la primera es Fuengirola, con 63,36% de la superficie sellada.

Asimismo, Trillo destacó que el municipio con una menor ocupación de la franja de 500 metros es Nerja, con un 19,51%, en lo que incide "la existencia del paraje natural Maro-Cerro Gordo". A un kilómetro de la línea de la costa, la localidad con menos superficie sellada es Torrox, con 6,56%, y a cinco kilómetros Moclinejo, con 0,30% de la superficie ocupada de esta franja.

El delegado provincial de Medio Ambiente apuntó además que en los tres últimos años se han producido "los mayores porcentajes de crecimiento" en Casares, que en la franja de 500 metros ha pasado de tener ocupado el 1,43% al 22,95%; en Manilva, y en Mijas.

Trillo resaltó el papel que van a jugar tanto el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa del Sol Oriental como el de la Costa Occidental, al tiempo que aseguró que no apuestan por frenar el desarrollo, sino por "plantearse un modelo totalmente distinto".

También se refirió a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), asegurando que en los futuros planeamientos "no se va a permitir construir en la franja de los primeros 500 metros, no se van a tolerar construcciones que formen barreras paralelas a la costa, tanto longitudinales como en altura", y que "la prioridad serán los modelos que permitan el acceso de todos los ciudadanos a la playa".

En cuanto a la política de puertos, indicó que la prioridad de la Junta se basa en la ampliación de los ya existentes, llegando a multiplicar "en dos o dos y medio" las plazas actuales "para evitar mayores incidencias en la dinámica del litoral, de lo que nos damos cuenta cada vez que aparece el temporal de levante".

En este sentido, agregó que la política del Ministerio de Medio Ambiente incluye la recuperación del dominio público por parte de la Demarcación de Costas, hacer actuaciones que "esponjen" el litoral a través de actuaciones de regeneración como las que ahora se están preparando para eliminar la primera barrera de construcciones en la zona de La Mezquitilla de Vélez-Málaga, actuaciones ambientales en las Dunas de Artola, en la desembocadura del Guadalhorce y en Maro-Cerro Gordo, unidas a una política de adquisición de suelo en el litoral.

"Asistimos a un proceso muy intenso", afirmó Trillo, y añadió que "el sector de la construcción no puede seguir constituyendo el factor abrumador en nuestra economía", por lo que "hay que diversificarla, romper la estacionalidad turística y apostar por sectores industriales de tecnología limpia".

EMISIONES A LA ATMOSFERA

En el citado informe también se pone de manifiesto que el sector de energía eléctrica es el responsable de más emisiones a la atmósfera en Andalucía, con el 32% del total de emisiones, seguido muy de cerca del transporte, con el 28%.

En el caso de Málaga, "el transporte es el mayor foco de contaminación por emisiones a la atmósfera", con el 58% del total de las emisiones. "Le sigue el núcleo industrial basado en el cemento, las cales y el yeso, con un 17,6%", apuntó Trillo.

"Si tenemos en cuenta que ahora mismo la fábrica de cemento de La Araña asiste a un proceso de reconversión en el que va a disminuir un tercio sus emisiones a la atmósfera, nos encontramos que el sector del transporte aumentará su porcentaje en cuanto al principal foco de contaminación", señaló.

Además, consideró que "asistimos a un agotamiento del transporte basado en el modelo individual" y añadió que "ahí está la apuesta de la Junta de Andalucía por que a la mayor brevedad posible tengamos un transporte colectivo en nuestro entorno, que sea el factor fundamental de nuestra movilidad, basado en el metro, en el corredor ferroviario, en el AVE y en el funcionamiento del Consorcio de Transportes del Area Metropolitana de Málaga", que haga que esta opción "se convierta en el uso futuro ciudadano, porque resolverá problemas de tiempo, evitará emisiones a la atmósfera y proporcionará bienestar para la salud", aseveró.

RUIDO

Trillo también se refirió al ruido, "una competencia de carácter local regulada por la Junta de Andalucía". Así, señaló que en 2005, con carácter subsidiario, el Gobierno andaluz "atendió 19 peticiones ciudadanas que no fueron atendidas por sus municipios a pesar de los requerimientos", y Málaga es la quinta provincia de Andalucía "en cuanto a esta necesidad de hacer frente a la demanda de ciudadanos que no han sido atendidos por los ayuntamientos".

Además, indicó que el pasado año se acreditaron en Málaga 294 técnicos especialistas para controlar el ruido, siendo la primera provincia en acreditados, seguida de Granada, con 122, y Sevilla, con 94.

Para Trillo, "están todos los medios, tanto de caracter normativo como materiales, en disposición de hacer frente a lo que el ecobarómetro sitúa como el mayor problema ambiental que afecta a los ciudadanos".

Por último, se refirió al programa de la Unión Europea en materia de Medio Ambiente 2002-2012, que pone toda su preocupación en "hacer frente a las emisiones que provocan el efecto invernadero y el cambio climático como problema ambiental más grave del planeta".