SEVILLA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, ha criticado este jueves las "presiones veladas" realizadas sobre la juez Mercedes Alaya por el vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, y por la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz.
En un comunicado de prensa, el coordinador general de Manos Limpias en Andalucía, Arnaldo Fernández Calderón, ha rechazado que "se sigan ejerciendo presiones, veladas o no", sobre la magistrada, "esta vez por parte de la clase política", todo ello después de que Valderas haya pedido a la juez "celeridad" y Díaz haya solicitado que le "meta velocidad" a la instrucción.
"No vamos a admitir, en modo alguno, que unas veces desde el propio sector judicial, otras desde el político, se le esté continuamente reclamando más diligencia y celeridad a la juez, que está realizando una instrucción impecable pese a los pretendidos controles de los que está siendo objeto", ha aseverado.
A su juicio, "todos debemos preferir una instrucción minuciosa y completa, además de prudente y ajustada a los cánones de la Ley de Enjuiciamiento, y no una rápida e imprudente, aunque solo sea para contentar a determinados sectores interesados y partidistas".
Por ello, Fernández Calderón ha recomendado "a los políticos de turno" que "se pregunten una vez más sobre el porqué de esas eternizaciones de muchas resoluciones y conclusiones judiciales, sobre todo las que penden de los juzgados de Utrera, Lora del Río o Sanlúcar la Mayor", sedes judiciales "carentes de personal, de locales mínimamente decentes y de medios económicos y materiales, y en las que existen procedimientos judiciales pendientes desde hace más de diez años".
Al hilo de ello, ha opinado que la Junta de Andalucía "es responsable" de este "caos".
