El PSOE-A rechaza calificar como nacionales la bandera, el escudo y el himno de Andalucía en el futuro Estatuto

SEVILLA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

El PSOE andaluz rechaza de plano la posibilidad de calificar como "nacionales" la bandera, el escudo y el himno de Andalucía en el Título Preliminar del futuro de Estatuto de Autonomía, algo que reclaman tanto IULV-CA como PA en sus votos particulares a la proposición de Ley de reforma estatutaria que actualmente se tramita en el Parlamento andaluz.

Así lo pone de manifiesto el documento entregado por el PSOE al resto de grupos detallando su posición inicial ante los votos particulares a la proposición de Ley de reforma del Estatuto, al que ha tenido acceso Europa Press, y en el que los socialistas se oponen tanto a la pretensión de IULV-CA de hablar de "símbolos nacionales" como a la idea del PA de añadir el calificativo "nacional" al referirse a la bandera, el escudo y el himno de Andalucía en el preámbulo.

Esta posición del PSOE-A contrasta con la posición de su partido a nivel nacional, que la semana pasada accedió a incluir en el artículo 8 del Estatut la terminología "símbolos nacionales" de Cataluña, aunque añadiendo la definición de Cataluña "como nacionalidad" para evitar que se ligue el adjetivo "nacional" a un reconocimiento de la "nación" catalana. En concreto, el apartado 1 de dicho artículo señala que "Cataluña, definida como nacionalidad en el artículo 1, tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta y el himno".

No obstante, los socialistas andaluces sí se muestran abiertos a negociar una disposición adicional que pretende incorporar al PA en el preámbulo para garantizar que "la protección que corresponde a los símbolos de Andalucía será la misma que corresponda a los demás símbolos del Estado", para lo que "una ley del Parlamento regulará el uso, protección y preservación de los símbolos de Andalucía".

El PSOE-A tampoco está dispuesto a admitir la inclusión del término 'nación' en el artículo 1 del futuro Estatuto, como también demandan IU y PA, ni de la fórmula 'construcción nacional de Andalucía', que los andalucistas pretenden incorporar entre los "objetivos básicos de la comunidad autónoma" con la siguiente redacción: "La construcción nacional de Andalucía mediante un autogobierno pleno y de calidad, en el seno del Estado español y de la Unión Europea".

NO A LAS SELECCIONES ANDALUZAS

En materia deportiva, los socialistas se oponen de partida a la demanda del PA de incluir como "competencia exclusiva" de la comunidad autónoma tanto "la participación y representación de Andalucía en los organismos deportivos de ámbito estatal e internacional" como "la regulación y autorización de las selecciones nacionales andaluzas para participar en cualquier tipo de competición o manifestación deportiva".

No obstante, el PSOE sí está dispuesto a aceptar una de las propuestas del PA en materia deportiva para que la comunidad autónoma asuma las competencias sobre "la regulación de la prevención y control de la violencia en los espectáculos públicos deportivos".

Las formulaciones alternativas propuestas por IULV-CA y PA en relación a la comarcalización de Andalucía, la asunción de competencias en instituciones penitenciarias o la ampliación del número actual de diputados del Parlamento andaluz, así como su pretensión de regular en el Estatuto otras demandas como la no coincidencia de las elecciones autonómicas con otros comicios o la limitación de mandatos del presidente de la Junta.

"INMEDIATAMENTE DESPUÉS DEL REY"

Los socialistas tampoco están dispuestos a abordar otras materias reclamadas por el PA como la creación de un Tribunal de Garantías Estatutarias o regular por ley el "estatuto personal" del presidente de la Junta para garantizar que tenga una "posición preeminente, inmediatamente después del Rey", a efectos de "precedencias y protocolo" en Andalucía.

Igualmente, el PSOE-A rechaza la pretensión de IULV-CA de establecer en el futuro Estatuto de Autonomía que la Presidencia del Parlamento andaluz "la ostentará siempre un diputado no perteneciente a la fuerza mayoritaria" de la Cámara o de fijar una mayoría cualificada de tres quintos para aprobar la reforma del Reglamento, que actualmente sólo precisa la mayoría absoluta.