Seis paracaidistas sevillanos luchan contra el Daesh en Irak

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EUROPA PRESS/MINISTERIO DE DEFENSA
Actualizado: martes, 15 diciembre 2015 17:35

SEVILLA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

Desde el pasado mes de febrero, tras la autorización del Congreso de los Diputados y amparada por las Resoluciones 2169 y 2170 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, España mantiene un contingente de unos 300 militares en Irak apoyando en labores de instrucción del Ejército iraquí que lucha contra el Daesh, el autodenominado 'Estado Islámico', entre los que se encuentran seis paracaidistas sevillanos.

Según ha informado el Ministerio de Defensa en un comunicado, se ubican en tres localidades, en concreto Bagdad, Taji y Besmayah, en donde se encuentra la Base 'Gran Capitán', en la que tiene su sede el grueso, unos 230 efectivos. Allí conviven con militares portugueses, británicos y norteamericanos.

En esta base prestan sus servicios seis sevillanos, todos ellos destinados en la Brigada Paracaidista (Bripac), con sedes en Madrid y Murcia, como son el comandante Miguel González de Quevedo Reguera; la teniente enfermero Elena Rodríguez Campos; el sargento primero Julio Aguado Lucena; el sargento Javier Prieto Noval, todos ellos de Sevilla capital, y el Caballero Legionario Paracaidista (CLP) José María Fernández Sánchez, de Utrera. Completa el sexteto el capellán del contingente, Jesús María Pérez Martín.

El capellán fue ordenado presbítero para la archidiócesis de Sevilla por monseñor Carlos Amigo en la catedral hispalense, "Mis amigos, mi vida, mi casa y mis pensamientos están en la ciudad. Mi corazón es trianero por la Esperanza y bético por sus colores" explica.

Curiosamente, fue coadjutor del capellán del Sevilla F.C., el padre Indalecio, de Pino Montano, "una de las personas que más aprecio. No hubo rivalidad, pero sí bromas y mucha hermandad", pues, "habiendo seis sevillanos, la rivalidad futbolística no podía pasar desapercibida: Casualmente, tres de ellos son sevillistas, y tres béticos", indica la nota.

Los seis constituyen un grupo heterogéneo, pues dentro del contingente realizan labores de todo tipo.

Así, el comandante González de Quevedo trabaja en el puesto de mando; el sargento primero Aguado es instructor de infantería de los militares iraquíes, "la razón de ser" de esta misión; el sargento Prieto trabaja en el taller, pues es electrónico de armamento, pero también colabora con labores de instrucción de los iraquíes, y el CLP Fernández es miembro de la Unidad de Protección, más conocidos como 'Los Ángeles de la Guarda', responsables de proporcionar la seguridad tanto en la base como en las actividades de instrucción fuera de ella.

Se trata de "un trabajo duro, que implica muchas noches de vigilia, mientras los compañeros duermen". La teniente enfermero Campos y el capellán "velan por la salud (física y espiritual, respectivamente) de los componentes del contingente, que en ambos casos es excelente", recalcan.

Próximamente, todos ellos finalizarán su misión y regresarán a sus hogares, en donde podrán volver a abrazar a sus seres queridos y disfrutar de su tierra.

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