SEVILLA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) coincidió con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en que la situación actual de sequía "generará tensiones" entre los regantes, ya que "la cuenca del Guadalquivir es una cuenca muy grande", tras lo que pidió a las instituciones "la mejor voluntad política para "comprender la situación para paliar esas tensiones y el fuerte impacto económico que se puede registrar".
En declaraciones a Europa Press, el secretario general de Feragua, Pedro Parias, reconoció que la cuenta el Guadalquivir "tiene muchos regantes de muchos cultivos y muchas provincias, por lo que el reparto de recursos será complejo y difícil", aunque, no obstante, consideró que la CHG "está poniendo la venda antes de que la herida se produzca".
"Habrá muchas más tensiones de las que se podrían producir normalmente debido a la situación de sequía persistente", agregó Parias.
Parias se mostró optimista "pues esperamos que las lluvias vengan, y mejoren y resuelvan la situación". Precisó que la facturación de los regadíos en Andalucía ascienden a 5.000 millones de euros, una cifra "que podrá tener mayor o menor impacto en función del agua disponible".
En la cuenca del Guadalquivir existen 70.000 explotaciones de riego y 700.000 hectáreas, de las que 210.000 son aguas subterráneas y el resto aguas superficiales.
No obstante, indicó que "cualquier reasignación de recursos deberá ser compensado" y anunció que los regantes pedirán, en el caso de que la situación de sequía se agrave, el establecimiento de bonificaciones fiscales, tarifarias y de los cánones de riego, como ya se ha hecho en otras zonas como Murcia".
Demandó que se convoque "cuando antes" la Comisión de Desembalse de la CHG "para ver cuánta agua tenemos disponible y planificar las siembras en función de dicha agua disponible".
Anunció además que en la próxima Comisión para finales de mes demandarán "la mayor cantidad de agua posible para el regadío, el establecimiento de compensaciones si existe reasignación de recursos y trataremos de unificar los planteamientos de todas las comunidades de regantes".
A juicio de Parias, esta situación actual "además de estar influida por la falta de lluvias, es el resultado de una política hidrológica nefasta de paralización de obras de regulación previstas desde el año 1995".
Criticó asimismo la política "laxa" a la hora de "permitir la instalación de nuevos regadíos, que aumentaron considerablemente en la última década en más de 170.000 hectáreas".
AVANCES EN LOS REGADIOS
Destacó asimismo los grandes avances en modernización de los regadíos "donde el sector está absolutamente volcado con vistas a ahorrar agua".
De esta forma, precisó que ente el 70-80 por ciento de los regadíos está en proceso de modernización y más de 200.000 hectáreas de proyecto de modernización de regadíos están en marcha con una antigüedad superior a 40-50 años. "Se adaptan a pesar de todas las incertidumbres que genera la política agraria y la reforma de la PAC y las inclemencias meteorológicas", añadió Parias.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) auguró "fuertes tensiones" entre los usuarios de la cuenca y un "importante" impacto económico en el sector de la agricultura "si seguimos como estamos y las lluvias no se presentan de forma continuada antes del mes de abril".