Sevilla.- El alcalde lamenta la muerte de Fernando Marmolejo y lo proclama como "uno de los artistas más importantes"

SANTIPONCE (SEVILLA), 20 (EUROPA PRESS)

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha transmitido a la familia del célebre orfebre hispalense Fernando Marmolejo Camargo, fallecido hoy a los 90 años, su pesar por tal pérdida, destacando el papel de Marmolejo como "uno de los artistas más importantes de la historia del arte sevillano".

En declaraciones a Europa Press, Sánchez Monteseirín lamentó la muerte de Fernando Marmolejo Camargo, que mañana será enterrado en el municipio sevillano de Santiponce, y destacó la "estrecha relación" del artista con el ámbito de las cofradías hispalenses, con la Academia de Bellas Artes y con la historia de la ciudad, dado que el diseño de obras como la medalla de la ciudad pertenecen al ya difunto.

"Era uno de los artistas más importantes de la historia del arte sevillano", dijo el primer edil en cuanto a Fernando Marmolejo Camargo, autor de la reproducción del Tesoro del Carambolo y del el camarín de la Virgen de la Macarena, entre muchas otras obras.

A su juicio, Marmolejo Camargo "ha dejado la impronta de su arte" en toda la ciudad, dada la extensa producción del artista, que residía en Santiponce desde hace unos 50 años.

BIOGRAFIA

En 1984 ingresó como académico de número en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, en 1968 fue nombrado 'Artesano ejemplar' y le fueron concedidas la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo y la Medalla de Andalucía.

Entre sus obras destaca la reproducción del Tesoro del Carambolo que se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico de Sevilla y la copia del Tesoro visigodo de Guarrazar, que está actualmente en el Museo Arqueológico de Madrid.

Además, es uno de los orfebres más importantes de la Semana Santa de Sevilla y le ha trabajado a hermandades como el Gran Poder o la Macarena, para la que hizo el camarín de la Virgen, que es sólo un ejemplo de su amplia catálogo de obras cofrades.

La tradición de este orfebre se remonta a su abuelo, Enrique Camargo, que fue filetero de la Catedral de Sevilla, al que siguió su padre, José Marmolejo Díaz, sus hermanos, José Luis y Antonio, y sus hijos, Fernando, Juan José, Alejandro y Manuel, quienes mantienen su taller en la céntrica Plaza de Molviedro de la capital hispalense desde 1991.