Sevilla.- Cultura respeta la decisión del Gran Poder aunque recuerda que el IAPH recomendaba una restauración íntegra

Actualizado: viernes, 23 junio 2006 17:33

SEVILLA, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

El viceconsejero de Cultura de la Junta de Andalucía, José María Rodríguez, afirmó que respeta la decisión de la Hermandad del Gran Poder de encargar a los hermanos Cruz Solís y no al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) la restauración del rostro de su Cristo, si bien, recordó que la intervención que proponía este organismo pretendía ser "integral" para su "conservación histórica".

En declaraciones a Europa Press, Rodríguez manifestó en todo momento su respeto por la decisión y explicó que los criterios de la Hermandad difieren de los del Instituto. Así, indicó que "la restauración de una obra para el culto en la calle en ocasiones no coincide con una restauración histórica, que trata de recuperar todo el conjunto", en referencia al hecho de que el Gran Poder sólo reparará la cara de la talla.

El IAPH proponía actuar también sobre las manos y el cuerpo del Cristo, una medida que "no coincide con los fines de la Hermandad, algo que respetamos y que hasta compartimos", explicó.

En este punto, Rodríguez recordó que el Instituto Andaluz de Patrimonio "es una institución pública, de las más reputadas del mundo" y que "la Consejería lo único que hizo fue ofrecerle a la Hermandad nuestros medios".

El próximo mes de julio comenzará la restauración del Gran Poder por parte de los hermanos Cruz Solís. Así lo decidió esta semana por aclamación el cabildo general de la Hermandad al que acudieron 500 hermanos. La intervención se realizará en la propia basílica y se prolongará durante el mes. No afectará ni a las manos ni al cuerpo de la talla, sólo al rostro.

El respaldo unánime de los hermanos se produce después de que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico recomendara la necesidad de intervenir sobre la talla, esculpida por Juan de Mesa en 1620, con el fin de impedir que prosiga el deterioro que afecta a la policromía del Señor antes de que los daños sean ya irreversibles.