Sevilla.- Día Mujer.- Las mujeres gitanas del Polígono Sur celebran el Día Internacional de la Mujer con aires de Cádiz

Pilar Vizárraga, de la asociación de mujeres gitanas, afirma que ellas sufren "una doble discriminación"

Europa Press Andalucía
Actualizado: miércoles, 8 marzo 2006 6:48

SEVILLA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

Mujeres gitanas del Polígono Sur recorrerán hoy, a partir de las 17.00 horas, las calles del barrio con un pasacalles carnavalero, tras el cual, miembros de la Asociación de Mujeres Gitanas Akherdi i Tromipen --'Llamada al desafío' en caló-- leerán un manifiesto y cantarán varias chirigotas.

En una entrevista concedida a Europa Press durante el I Encuentro Intercultural de Mujeres del Polígono Sur, enmarcado dentro de la XI Semana Cultural dedicada a las mujeres, la presidenta de la Asociación de mujeres gitanas, Pilar Vizárraga, indicó que el fin de fiesta de los actos por el Día de la Mujer lo pondrán las actuaciones de Las Heredias, Eva Montoya y María Jiménez.

Tal y como explicó su presidenta, Akherdi i Tromipen se fundó en 1999 con el objetivo de, a través de diferentes programas e iniciativas, "promover y formar a la mujer gitana, recobrar nuestra identidad como pueblo, nuestra cultura y nuestra lengua".

Para Vizárraga esto es muy importante, ya que a su juicio, las mujeres gitanas sufren una "doble discriminación", ya que si "a cualquier mujer se le ponen más trabas que a los hombres por el hecho de serlo, pertenecer a una minoría te hace tener muchos más problemas por los estereotipos que llevas asociados".

En estos tiempos en los que, según Vizárraga, las tradiciones gitanas "se ven amenazadas por la influencia de la televisión y el modo de vida", las mujeres del Polígono Sur recurren a sus mayores para que les ayuden a recuperarlas.

Bajo el lema "Yo mujer, yo gitana", se reúnen semanalmente para "analizar qué está pasando". Tal y como aseguró la presidenta, pueden observarse "grandes diferencias entre las generaciones de ahora y las pasadas".

Así, Pilar Vizárraga explicó que en la asociación pretenden, entre otras cosas, "servir de puente entre los recursos que hay y las personas a las que no les llegan, una vez que se ha conseguido ya nos apartamos".

Con este fin, llevaron dos años atrás a 40 mujeres a sacarse el carnet de conducir en un centro de adultos del barrio con el que colaboran, y están trabajando en la elaboración de un libro que recopilará "cuentos, recetas, canciones y juegos típicos de esta cultura", que pretenden publicar antes de junio.

Asimismo, la presidenta de esta asociación informó de que, al carecer de sede oficial, han de "articular talleres que se realizan en otros sitios". En estos, según pormenorizó, participan tanto mujeres jóvenes y solteras, que fundaron la asociación, como mujeres casadas y con hijos y mayores, "que nos aportan su sabiduría y nos sirven de ejemplo".

A su juicio, los campos en los que más han avanzado las mujeres calés son la escolarización de sus menores y la formación de los adultos, aunque esto no es aplicable al "cien por cien de las gitanas".

En su opinión, hay un 60 por ciento de gitanos que son "gente normal, con sus problemas para llegar a fin de mes, que manda a sus hijos a la escuela y tiene que hacer sacrificios para que estos terminen secundaria como muchos otros españoles".

Sin embargo, Vizárraga se quejó de que los que no son gitanos "se crean lo que sale en televisión y nos metan a todos en el mismo saco". Según ella, los gitanos que viven "en condiciones precarias en barrios periféricos y son conflictivos" sólo son un 30 por ciento, pero "hacen mucho ruido".

UN BUEN GITANO

Vizárraga reconoció que a ojos del resto de la sociedad "hay ciertas costumbres gitanas que parecen más machistas en nuestra cultura que en otras", pero matizó que "en general, la mentalidad de los hombres gitanos ha avanzado muchísimo, ya que no tiene nada que ver la forma de pensar de mi marido con la generación de mi padre o de mis suegros".

De este modo, se mostró disconforme con la atribución de la comisión de violencia doméstica a los gitanos. Según expresó, "en nuestra cultura no sólo no se aprueba, sino que se castiga". "El gitano que pega a su mujer no es un buen gitano, y eso se nos enseña desde pequeños", sentenció.

Asimismo, quiso expresar su opinión acerca de los recientes casos de violencia protagonizados en la capital hispalense por personas de etnia gitana. En este sentido, recordó que "casos tan atroces como esos pasan en todas partes y hay que castigarlos", sin embargo culpó a los medios de comunicación de "cebarse en estos en particular por el hecho de que los protagonistas sean gitanos".

LEYES GITANAS

Las leyes gitanas, según Vizárraga, "están para poner la paz". Así, enfatizó que, en su cultura, "lo que menos queremos es una pelea". A este respecto, narró cómo en casos de diferencias matrimoniales, las parejas gitanas suelen recurrir en primera instancia a los padres y familiares más cercanos para que medien en el conflicto antes de llegar a la separación.

Del mismo modo, si son dos familias gitanas las que entran en disquisiciones, "intervienen personas neutrales, se reúnen e intentan arreglarlo". La salida más habitual, tal y como explicó Vizárraga es "aconsejar que se vaya una temporada a una de las partes para evitar males mayores".

PERDIDA DE LAS TRADICIONES

Vizárraga lamentó que actualmente, las grandes familias gitanas se hayan visto obligadas, "por la propia forma de vivir", a dividirse en núcleos familiares más pequeños. Según argumentó, el concepto de familia gitana "es mucho más amplio, ya que tienen cabida también primos, tíos y primos segundos, entre otros, y es verdad que a nosotros nos gusta vivir cerca unos de otros".

Asimismo, defendió algunas de las costumbres más arraigadas entre los gitanos como el rito del pañuelo, que Vizárraga no considera denigrante para la mujer, aunque puede "entender que la gente que no sea gitana y lo vea desde otro contexto lo considere así".

A este respecto, defendió que para las chicas gitanas es "un orgullo" casarse por el rito de su etnia, y sostuvo que esta elección es opcional para ellas.

También desmintió que todas las mujeres gitanas se casan jóvenes, ya que, según aseguró, "la mayoría de las que están aquí tienen treinta y pico años y son solteras, pero siguen apareciendo en televisión las que se casan jóvenes".

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