Sevilla.- Guerra recoge verdades "documentadas, incontestables e irrebatibles" en 'Dejando atrás los vientos'

Actualizado: sábado, 20 mayo 2006 19:35

Guerra, que presentó la segunda parte de sus memorias en la Feria del Libro, lamenta que la conciencia moral del mundo "está agotada"

SEVILLA, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra (Sevilla, 1940), presentó hoy en la Feria del Libro de la capital hispalense 'Dejando atrás los vientos. Memorias 1982-1991' (Espasa), una obra que recoge "lo que he vivido y lo que he visto mientras ejercí funciones de Gobierno", todo ello a través de verdades "documentadas, incontestables e irrebatibles".

En rueda de prensa, Alfonso Guerra explicó que la obra abarca desde el 3 de diciembre de 1982, cuando tomó posesión como vicepresidente del Gobierno, hasta el 15 de enero de 1991, cuando hizo pública su dimisión, y subrayó que "lo que cuento en el libro es la verdad que viví durante esos años, pues la escritura no tiene sentido si no es para decir la verdad". "Todo lo que narro tiene un papel detrás", puntualizó.

"Son unas memorias políticas y no una autobiografía, aunque en muchos pasajes se solapan las memorias con la biografía", prosiguió el autor, quien añadió que la obra, "que es producto de mi memoria y de los cuadernos de notas en los que dejaba constancia de mis recuerdos, está escrita muy sincera y cuidadosamente, sin guardar nada de mi pensamiento".

En este sentido, Guerra aseguró que "la pretensión de no ocultar lo que he vivido se enfrenta con la finalidad de no herir a nadie deliberadamente", y señaló que "buscar en la verdad profunda no es lo mismo que zaherir gratuitamente". Según dijo, "nadie podrá encontrar en el volumen un sólo adjetivo descalificativo hacia nadie, y si alguien se enfada, será porque no le guste el propio reflejo de su imagen".

Igualmente, afirmó que, quien se acerque al libro, "encontrará las experiencias de unos años en los que desempeñé una responsabilidad de Gobierno", y añadió que, "aunque he sido y soy un hombre de partido, esto no ha limitado mi libertad, pues no hay doctrina que valga más que la dignidad de la persona".

Asimismo, Guerra aseveró que "durante toda mi etapa de Gobierno fue amigo de la utopía, de la verdad prematura", y apuntó que "un humanista, un socialista, tiene el deber moral de acercar esa verdad al presente".

"LA AVENTURA DE DOS JOVENES SEVILLANOS"

En esta línea, explicó que en esta obra, que constituye la segunda parte de sus memorias tras 'Cuando el tiempo nos alcanza', "he querido narrar la aventura de dos jóvenes sevillanos sin pedigrí familiar, económico, político o nobiliar, como éramos Felipe González y yo mismo, que fueron llamados a gobernar y que se enfrentaron a una realidad compleja en la que tenían que dar solución a una serie de viejos problemas de España que muchas generaciones de políticos no habían sabido encauzar".

"Nuestra primera gran preocupación fue la preservación y estabilización de la democracia y lograr un sistema político que dejase de estar al albur de conspiraciones", continuó Guerra, quien agregó que todo ello "reclamaba la eliminación del terrorismo separatista del País Vasco, además de un cambio en las relaciones exteriores, en las instituciones democráticas y en las estructuras económicas".

Así, aseguró que "llevamos a cabo una estrategia para atosigar a la banda", aunque apuntó que "en política es muy distinto lo que imaginas hacer y lo que en realidad sucede, y en aquel momento no podíamos imaginar que aparecería el GAL, que vino a influir tan fuertemente sobre la lucha antiterrorista".

"LA CONCIENCIA MORAL DEL MUNDO ESTA AGOTADA"

Por último, Guerra criticó que, actualmente, "vivimos la vergüenza del terrorismo y de las cárceles de Guantánamo y Abu Ghraib", y lamentó que "la diferencia con el pasado es que hoy la conciencia moral del mundo está agotada, pues la sociedad ha perdido la capacidad de indignarse ante las injusticias, mentiras manifiestas y violaciones de derechos".