Sevilla.- El inmueble ocupado de Aniceto Sáenz podría perder el suministro de agua por su situación "alegal"

Actualizado: viernes, 17 marzo 2006 17:23

SEVILLA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los jóvenes ocupas que habitan en el número 23 de la calle Aniceto Sáenz de Sevilla capital, un inmueble amenazado de desalojo por la firma privada que ostenta su titularidad, han recibido en dos ocasiones la visita de representantes de la La Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (Emasesa), que ha advertido de la posibilidad de cortar el suministro acuático en el edificio a consecuencia de la situación "alegal" de éste.

Uno de los portavoces del colectivo de ocupas, Ricardo, dijo a Europa Press que hasta el momento los responsables de Emasesa se han personado dos veces en el número 23 de la calle Aniceto Sáenz, en el barrio del Pumarejo, para poner en conocimiento de los ocupas que la situación "alegal" del servicio acuático del que disfrutan podría derivar en el cierre de éste.

El joven reconoció que el inmueble, que recientemente sufrió un intento de desalojo por parte de la propiedad, la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán, goza de suministro de agua de forma "un tanto alegal", pero advirtió de que el corte del suministro al número 23 de Aniceto Sáenz implicaría también el corte del agua en el Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) 'Casas Viejas', anexo al edificio de viviendas.

En ese sentido, aclaró que los jóvenes han entrado en conversaciones con Emasesa para "intentar una salida negociada a la situación", por lo que manifestó su esperanza de que el suministro de agua se mantenga una vez se alcance un acuerdo con la empresa municipal de abastecimiento acuático.

Una vez que se produjo un intento de desalojo por parte de la propiedad del número 23 de Aniceto Saénz, la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán, el colectivo de ocupas lanzó un "órdago" a las administraciones públicas, pues los jóvenes aceptarían el desalojo en el caso de que las seis viviendas que componen el inmueble se destinen a "casas para realojar a vecinos con dificultades y no a construir pisos de lujo".

"RESISTENCIA PASIVA"

Mientras, el grupo de jóvenes ocupas que habita esta casa, donde cerca de 70 personas se concentraron para evitar un posible desalojo, mantiene una "vigilancia permanente de 24 horas diarias" para ofrecer "resistencia pasiva y pacífica" en el caso de que las fuerzas del orden público procedan a desalojar el inmueble.