SEVILLA 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director de la Oficina Técnica del Guadaíra, Manuel López Peña, consideró hoy que el último vertido de sosa cáustica sufrido por este río sevillano "no es muy grave" y tras asegurar que el propio cauce habrá evacuado la espuma y los residuos "en un par de días", advirtió de que "estos episodios ya se han repetido y se repetirán" hasta que se construya en Morón de la Frontera una balsa a la que se deriven los vertidos de la industria aceitunera.
En declaraciones a Europa Press, Manuel López Peña informó de que el departamento que dirige ha tomado ya conocimiento del vertido de sosa cáustica sufrido el pasado martes por el río Guadaíra, aunque recordó una vez más que este río ha sido "durante toda la vida" la vía de evacuación de los residuos de las industrias aceituneras de la zona. A su juicio, el último vertido "no es muy grave", dada su composición de salmuera y sosa cáustica, por lo que opinó que "en un par de días" el caudal de las aguas habrá desalojado los residuos.
En ese sentido, y ante las denuncias de las organizaciones ecologistas, advirtió de que el río Guadaíra "ha soportado siempre" vertidos de este tipo a consecuencia de la actividad de la industria aceitunera e indicó que incidentes así "ya se han repetido y se repetirán" hasta que los empresarios de Morón de la Frontera construyan una balsa que albergue los desechos de la actividad aceitunera.
Así, recordó que ya se han construido depuradoras de aguas residuales en todos los municipios que vierten al Guadaíra a excepción de Morón de la Frontera, cuyos empresarios del sector aceitunero suscribieron en julio de 2005 un acuerdo con la Consejería de Medio Ambiente que les compromete a adquirir un terreno de 20 hectáreas para instalar la citada balsa, un proyecto que, según dijo, "está ya muy adelantado".
Según la Sociedad Ecologista Alwadi-ira-Ecologistas en Acción, el río Guadaíra sufrió un nuevo vertido de sosa cáustica y de "grandes proporciones" ocasionando la formación de una película de espuma a lo largo de su cauce, lo que le llevó a advertir de que es el tercer vertido que sufre este río sevillano en menos de un mes.
La información que maneja el grupo ecologista apunta a que el vertido se produjo el pasado martes 21 de marzo y que la espuma no sólo fue detectada en las azudas de los molinos, sino "a lo largo de todo el cauce" del río Guadaíra, cuyo caudal había crecido a consecuencia de las últimas lluvias.
Según los ecologistas, la "gran cantidad" de ciudadanos y ciudadanas que se han acercado al Guadaíra para contemplar la crecida de sus aguas, "han visto indignados como se vuelve a repetir la historia" mientras "algunos nefastos empresarios aprovechan la oportunidad de arrojar los residuos al cauce".