SEVILLA 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los portavoces de Cultura de los grupos parlamentarios del PP, PA e IU, Antonio Garrido, Ildefonso Dell'Omo, y José Manuel Mariscal, pidieron hoy a la Consejería de Cultura que ayude a la bailaora Matilde Coral a mantener su centro de danza abierto, para evitar la pérdida de la Escuela Sevillana de flamenco, después de que esta artista reclamara ayer ayuda al propio presidente andaluz, Manuel Chaves.
El diputado popular indicó que "Matilde Coral, de entrada, tiene todo el respeto artístico y personal por nuestra parte, porque es una personalidad del flamenco, tiene una escuela con muchos años de historia que ha dado a mucha gente al baile y está claro que necesita ayuda".
En su opinión, "aquí es donde se ve para qué sirve la Consejería de Cultura, que debería ver si esa escuela es de prestigio, que lo es, si cumple una función dentro del flamenco, que la cumple, y finalmente ayudarla para que continúe adelante". "Ese sería el camino normal y no dejar que la bailaora se las apañe como pueda", consideró.
En declaraciones a Europa Press, criticó que "se favorezca a unos pocos con millones, dejando a un lado a otros, llevando a cabo una política sectaria". "La escuela de Matilde es muy famosa e importante para Andalucía, por lo tanto, desde el respeto absoluto y la admiración, que cuente con nosotros en todo lo que podamos para que la Escuela siga adelante", concluyó.
Por su parte, Ildefonso Dell'Olmo dijo a Europa Press que es "sangrante que una personalidad del mundo del flamenco como ella esté desesperada frente al trato discriminatorio y desigual que se tiene con otras artistas, cuando la diferencia, sobre todo, es la tenencia de un carné político".
A su juicio, "es indudable que Matilde Coral es una personalidad dentro del mundo del flamenco y que ella esté sumida en la desesperación, mientras que hay quien por ser socialista cuenta con aportaciones económicas de las consejerías de Turismo y de Innovación y del Ayuntamiento de Sevilla, es indignante".
Finalmente, Mariscal manifestó a Europa Press que "todo lo que sea iniciativas para fomentar la cultura andaluza desde sus bases nos parece bien, como en este caso con el flamenco". Así, pidió que "la política de la Junta de Andalucía no se dedique sólo a grandes fastos y acontecimientos, y preste su atención a la cultura de base".
CARTA A CHAVES
La bailaora Matilde Coral anunció ayer que pedirá ayuda al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en una carta de su "puño y letra" que irá a entregarle ella misma "si es posible, o a dejarla en el registro correspondiente, porque creo que el presidente no sabe nada de lo que está pasando con mi escuela, porque si lo supiera, no lo consentiría". La artista dijo que ha tomado esta decisión después de solicitar verse con la consejera de Cultura, Rosa Torres, y con el delegado municipal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Carlos Marset, que no la han atendido.
En declaraciones a Europa Press, Matilde Coral afirmó que considera a Manuel Chaves "un hombre muy íntegro, al margen de la política, y como de él recibí la Medalla de Andalucía, voy a ir directamente a pedirle ayuda".
El Centro de Danza Matilde Coral lleva funcionando desde hace 40 años, pero desde que en 2004 se quedó sin el reconocimiento oficial de la Consejería de Educación, por faltarle 500 metros cuadrados de espacio, ha ido perdiendo alumnos, hasta quedarse sin tres cuartas partes de sus estudiantes, a pesar de que este año cuenta con las clases de Eva la Yerbabuena, Rafaela Carrasco y El Pipa. Tras pedir ayuda para ella su amigo Manuel Herrera, Marset dijo que se pondría en contacto con ella, algo que, según la artista, no ha ocurrido.
En cuanto a la consejera de Cultura, a la que, según dijo, ha pedido personalmente una reunión, la artista pidió que "la señora Rosa Torres no se preocupe más nunca de mí, porque para ser Matilde Coral, nunca la necesité a ella". "Sólo le pedí vernos una vez, y me dijo muy cortésmente que me recibiría en Sevilla, pero eso aun me cerró más el círculo".
Sobre Juan Carlos Marset, negó haber recibido ninguna llamada suya y explicó que "lo he visto en reuniones y en actos públicos, pero por mis buenas costumbres, no me gusta abordar a la gente en sitios que no corresponden".