Sevilla.- 'El príncipe tirano' compara desde mañana los abusos de poder de la época clásica y los de la contemporánea

Actualizado: martes, 24 octubre 2006 17:45

El CAT y el Lope de Vega recuperan a Juan de la Cueva y trasladan su valiente visión de la tiranía a la sociedad actual

SEVILLA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

'El príncipe tirano', una coproducción del Centro Andaluz de Teatro (CAT) y del Teatro Lope de Vega de Sevilla, se estrena mañana en este espacio escénico, donde permanecerá hasta el domingo trasladando a la "escena contemporánea", en un edificio bursátil, una visión actual de los abusos del poder de la época clásica.

la obra, que refunde la tragedia y la comedia de Juan de la Cueva, está adaptada por Antonio Álamo y cuenta con la dirección de Pepa Gamboa, que han respetado el verso original y se han limitado a "aclararlo" para que sea comprensivo por los espectadores de hoy.

Según explicó en rueda de prensa la directora, el proceso de elaboración e investigación de la obra ha sido "muy interesante" ya que se ha pasado de dos textos con 50 actores, a uno único, de Antonio Álamo, con un elenco artístico más limitado. Gamboa destacó que Juan de la Cueva, dramaturgo andaluz del siglo XVI, aborda en 'El príncipe tirano' el poder absoluto, y resaltó el valor de este autor por tratar un asunto como este en aquella época.

En la función, según expuso, se aprecian las concomitancias entre el poder absoluto del siglo XVI y el de la actualidad, ya que en la sociedad contemporánea "no hay tiranos como el príncipe, pero el poder absoluto se desarrolla en lo cotidiano, como en el trabajo, donde siempre hay alguien dispuesto a ejercer el poder absoluto, haciendo la vida imposible o haciendo 'moobbing' a alguien".

Por su parte, el director del CAT, Francisco Ortuño, indicó que esta obra, que no había visto la luz desde 1580, ahonda en la línea de trabajo seguida hasta ahora por el Centro, "de desarrollar un teatro público con identidad propia, contemporánea y transmisor de una herencia cultural de Andalucía", para lo que ha colaborado con el Lope de Vega. También significó la presencia de este montaje, reivindicación de la trayectoria de Juan de la Cueva (1543-1612), en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

El actor protagonista, Miguel Palenzuela, relató cómo aceptó este "reto", que en un principio le aterraba, ya que se encontró con un libreto "horrorosamente difícil de interpretar", pero que acabó por interesarle. Igualmente, agradeció a Pepa Gamboa que le dejara hacer sus aportaciones a la obra.

Además, subrayó el valor de De la Cueva al saltarse en aquella época el respeto por la monarquía, por la religión y por la estructura clásica de las obras del momento, ya que la pieza le recuerda más al teatro preisabelino inglés, con evocaciones "fantasmagóricas y sanguinolentas, que a la comedia de enredo del XVI español.

LA DISECCIÓN DE UN PARRICIDA

De otro lado, el director del teatro Lope de Vega y autor de la adaptación, Antonio Álamo, consideró que la obra disecciona la historia de un parricida. Según manifestó, la primera intuición que le guió a la hora de emprender la adaptación y refundición de las dos obras de Juan de la Cueva fue la de su protagonista, Licímaco, el príncipe, que era en realidad un parricida, para finalmente llegar a la conclusión de que "todo tirano no es sino un parricida", y puso como ejemplos a Hitler o Franco.

La obra se desarrolla en una oficina de la bolsa, rodeada de rascacielos y pantallas con creaciones videográficas. Los personajes visten ropas propias de hombres de negociaos, porque "se ha adaptado la corte del siglo XVI a la corte actual, la del capital, encajando a la perfección la modernidad y el clasicismo".