SEVILLA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El popular barrio de San Bernardo de Sevilla capital acoge aún seis chabolas después de que el pasado mes de febrero una de las familias chabolistas que habitaba en la zona fuese realojada en un edificio propiedad del Ayuntamiento de Sevilla gracias a la mediación de la Oficina municipal de atención de inquilinos en situación de abuso (Otainsa).
Según comprobó Europa Press, las seis chabolas se ubican en el solar ubicado entre las calles Enramadilla y Campamento, entre el núcleo urbano del barrio de San Bernardo y los edificios del recién edificado residencial Nuevo San Bernardo. Cuatro de las chabolas se elevan junto a las construcciones ruinosas de la antigua factoría emplazada en el citado solar.
Las rudimentarias construcciones están compuestas principalmente por palés de madera, plásticos y cartones y a su alrededor se aprecian cuerdas con ropa tendida o sillas. Destaca una de las chabolas, de reducidas dimensiones, cuya fisonomía recuerda a una tienda de campaña.
Las dos chabolas restantes están emplazadas a espaldas de los nuevos edificios del residencial Nuevo San Bernardo, justo en una zona que habitualmente es utilizada como aparcamiento en superficie, estando una de ellas rodeada por una tela metálica.
El pasado mes de febrero, una familia que habitaba una de las varias chabolas construidas en el barrio de San Bernardo fue realojada en un edificio de titularidad municipal y habilitado como bolsa de viviendas para casos de realojos. El portavoz de la plataforma 'Salvemos San Bernardo', Antonio Buenavida, que reside en el número 52 de la calle del mismo nombre desde que en junio de 2005 el Consistorio adquiriese el edificio para habilitarlo como bolsa de viviendas para realojo, explicó entonces a Europa Press que la familia había pasado de ocupar una chabola a ser realojada en este bloque.
Según dijo, la familia estaba compuesta por un matrimonio, la madre de uno de los cónyuges y un bebé que apenas contaba con una semana de vida, tratándose de "el único núcleo familiar consolidado" que habitaba en las chabolas del barrio de San Bernardo. Según Antonio Buenavida, los miembros de este matrimonio eran los más antiguos habitantes de las chabolas que se alzan en torno al barrio de San Bernardo.
El portavoz de la plataforma social Salvemos San Bernardo señaló que el realojo de esta familia fue fruto del trabajo de la Oficina municipal de atención de inquilinos en situación de abuso (Otainsa), dependiente de la Gerencia Municipal de Urbanismo.
