SEVILLA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La autopsia de A.L.A., el joven presuntamente maltratado por la Policía Local de Tomares días antes de que le sobreviniera la muerte, indica que ésta fue causada por una reacción adversa a sustancias estupefacientes de las que era consumidor habitual. Asimismo, destaca la existencia de lesiones, aunque no aparece especificada la causa que pudo motivar éstas, bien un presunto maltrato policial, como dijo el joven, o una caída durante una persecución, versión que sostiene la Policía.
En declaraciones a Europa Press, la abogada que lleva los intereses de la familia en este caso, Carmen García Rivero, indicó que, en principio, las lesiones descritas en el informe del forense corresponden con las declaraciones de los testigos, con los que ya se puso en contacto pese a no haber llegado éstas aún a sede judicial.
La letrada también señaló que, por ello, piensa emitir al juzgado que instruya el caso una solicitud para especificar la etiología de las lesiones, una vez que se confirme que es el Juzgado de Instrucción número 10 el que se va a encargar del suceso, tras la inhibición por normas de reparto de Instrucción 15.
Según García Rivero, la familia "no se plantea otra autopsia paralela", ya que ha quedado demostrado con suficientes garantías que la muerte y las lesiones no guardan relación. No obstante, aseguró que la familia tiene intención de seguir penalmente adelante por la supuesta agresión física.
La abogada, asimismo, informó de que ya ha presentado en Fiscalía una decena de casos que le han llegado, "y que me siguen llegando", en los que también se denuncian malos tratos por parte de efectivos de la Policía Local tomareña. "No sé qué hacer con ellos, así que remití los partes de lesiones y toda la información de que dispongo a la Fiscalía, para que ésta investigue", precisó García Rivero, quien también señaló que todas estas supuestas agresiones son posteriores a la celebración de la Feria de la localidad en verano de 2005.
A.L.A. apareció muerto el pasado 17 de enero en su domicilio de la localidad de Camas (Sevilla) cuatro días después de que éste fuera detenido por la Policía Local del municipio sevillano de Tomares. Sobre él pesaba una orden judicial de requerimiento por parte del puesto de Guardia Civil de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), y contaba con un amplio historial delictivo.
