SEVILLA, 2 May. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Guardia Civil de Mairena del Aljarafe (Sevilla) han detenido a un vecino de Gines (Sevilla), G.L.R.M. de unos 50 años, acusado de un supuesto delito de detención ilegal al retener a una mujer en el interior de una vivienda, obligándola a ejercer la prostitución. Además, se le instruyeron diligencias por un supuesto delito de violación y por desobediencia.
Según se informó desde el Instituto Armado a través de un comunicado remitido a Europa Press, el detenido también está siendo investigado por efectivos del Cuerpo por su supuesta implicación en una estafa relacionada con la venta de coches de alquiler.
La operación se inició cuando la Guardia Civil recibió una llamada de emergencia, a través del 062, en la que una mujer requirió la presencia de una dotación del Cuerpo al estar retenida, según dijo, en el interior de una casa donde era obligada a prostituirse.
Realizó la llamada aprovechando un descuido de su supuesto agresor mientras éste se encontraba en la ducha, ya que normalmente la tenía custodiada y vigilada constantemente.
Así, se enviaron varias patrullas al domicilio, donde se comprobó desde el exterior que en la casa había una mujer y un hombre. Ante tal situación, se requirió al morador de la vivienda que abriera la puerta y saliese, a lo que se negó en todo momento. Al final, la Guardia Civil logró entrar en la vivienda con un mandamiento de entrada y registro, rescatando así a la víctima.
Trasladada la mujer a un centro médico, se constató que había sufrido una agresión sexual con violencia, además de otras agresiones anteriores, siendo detenido G.L.R.M.
INVESTIGADO POR ESTAFA
Finalizadas las investigaciones por el caso, la Guardia Civil también ha abierto una segunda línea de investigación porque el detenido podría estar supuestamente detrás de una estafas relacionadas con la venta fraudulenta de coches de alquiler.
Según se desprende de las pesquisas realizadas, el 'modus operandi' de las estafas consistía en alquilar un vehículo a nombre del estafador en varios puntos de España. Conseguido el coche, se manipulaban los contratos fotocopiados de alquiler y la documentación del vehículo, y se les hacían las modificaciones oportunas para cambiar el nombre del titular y que apareciera así el del estafador. Luego, si el coche se ponía en venta a través de Internet y en medios de publicidad relacionada con la compra-venta de coches de segunda mano, siempre lo hacía con precios de verdaderas de 'gangas'.
La víctima contactaba con el estafador y, si el coche le interesaba, le proponía adquirirlo. En el precio, el vendedor incluía los gastos de gestoría para la transferencia, por lo que la víctima no tenía acceso a los documentos del vehículo para hacer el cambio de titularidad.
Una vez vendido el coche, y transcurrido un tiempo prudencial, la víctima se da cuenta de que la transferencia no llega. A su vez, cuando solicita información del coche, llega a saber que está denunciado por apropiación indebida.
La compañía de alquiler denunció la desaparición del vehículo al no haberlo devuelto quien lo había alquilado, que es la misma persona que lo había estafado, se concluyó.
