El documento alerta sobre el daño de las filtraciones sobre la roca y propone desertizar el conjunto y suprimir su jardín
SEVILLA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Cultura, Rosa Torres, afirmó hoy que su departamento "analizará y estudiará con profundidad" el informe sobre la situación actual de la Necrópolis de Carmona que encargó al Instituto Geológico y Minero de España (IGME), antes de tomar medidas por los riesgos que detecta dicho organismo en el conjunto arqueológico.
En declaraciones a Europa Press, Torres dijo que este estudio responde "al interés de los responsables de la Necrópolis por saber cuáles son las patologías que pueden afectar a ese bien". La titular del ramo subrayó que el análisis del IGME es "completamente fresco y reciente", por lo que aplazó la toma de acciones concretas al estudio previo de las conclusiones.
Así, la consejera afirmó que la Dirección General de Bienes Culturales y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico se ocuparán de este asunto y "plantearán las medidas necesarias que tomar". En este sentido, reiteró que "el informe es fruto de nuestra ocupación".
Torres desvinculó la conservación de la Necrópolis de "cuestiones relacionadas con la titularidad del conjunto" y añadió que "en el cumplimiento de nuestra obligación de tutela, hemos encargado este informe, para saber exactamente cuáles son sus problemas". "Lo hacemos en todos los bienes, aunque quizá es mucho más complejo en los arqueológicos", concluyó.
Entre las conclusiones de dicho estudio, que adelantó ayer El Correo de Andalucía, el IGME destaca que el agua se está 'comiendo' la roca caliza en que los romanos dieron sepultura a sus difuntos en Carmo. Entre otras medidas, proponen desertizar la zona monumental y prescindir del jardín que desde el últimos tercio del siglo XIX lo ha configurado.
La razón del deterioro y de la pérdida de consistencia de la roca radica en que la piedra donde se edificó el conjunto es caliza miocénica muy porosa. Por ello, proponen eliminar la tierra procedente de excavaciones realizadas a finales del XIX, que vertebran el camino ajardinado por el que circulan los visitantes.
De igual modo, el IGME propone comenzar la retirada de las terreras del lado sur de la Necrópolis, una operación que costaría unos 66.000 euros. Además, recomienda cubrir las tumbas, para lo que harán falta otros 36.000 euros.
