Sevilla.-Tribunales.-Acusado de matar a un menor en la feria de Alcalá reconoce los hechos y dice que temió por su vida

Actualizado: lunes, 13 marzo 2006 15:02

SEVILLA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

Daniel B. P., el acusado de matar a un menor de 16 años en la feria de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) el 6 de junio de 2004, reconoció esta mañana los hechos que se le imputan y alegó que en la disputa que mantuvo con el menor, A. P. L., llegó a temer por su vida.

Así lo declaró esta mañana el inculpado, acusado de homicidio, en la Audiencia Provincial de Sevilla, donde se celebró la vista oral por el caso después de que el pasado viernes quedara constituido el jurado popular elegido para enjuiciarlo, integrado por cinco mujeres y cuatro hombres.

En el interrogatorio al que fue sometido, Daniel B. P. reconoció que dicho día estuvo en la feria acompañado de su novia y que sobre las 2.00 horas mantuvo una pelea con la víctima por "miramientos" previos. También dijo que horas más tarde, a las 7.00 horas, volvieron a pelear por que "él --la víctima-- empezó a insultar".

El acusado, que se limitó a responder escuetamente a las preguntas de las partes, dio por ciertas todas las conclusiones recogidas en el escrito provisional del Fiscal, en el que se hace constar que el inculpado se dirigió hacia el menor esgrimiendo una botella de cristal en la mano, instante en el que el menor sacó una navaja que llevaba en un bolsillo, enzarzándose ambos en un forcejeo en el que el acusado sufrió varios cortes superficiales y heridas en el antebrazo, codo y dorso de la mano derecha.

En un momento de la pelea, el acusado dio un bocado en la mano al menor con el fin de quitarle la navaja que éste llevaba, cayendo el arma blanca al suelo, circunstancia que aprovechó el acusado para cogerla y asestar un primer navajazo al menor en el tercio superior del muslo izquierdo, cuando la víctima se encontraba agachada. A continuación, le asestó una puñalada en el corazón, provocándole la muerte momentos después.

El acusado, acompañado por su novia, se dio a la fuga deshaciéndose de la navaja y de la camisa que llevaba, siendo detenido al día siguiente. Durante el juicio, preguntado por la defensa si llegó a temer por su vida, el acusado respondió que "sí".

En la exposición inicial de las alegaciones de las partes, la acusación particular --que representa a los padres del fallecido, con quienes residía-- subrayó que la familia no está movida por el "ánimo de venganza" y lamentó que hechos como estos sean producto, además de por la responsabilidad del acusado, de la "permisividad por la falta de control existente donde se dan aglomeraciones de personas", como puede ser una feria. La defensa, por su parte, valoró la colaboración prestada por el inculpado al reconocer los hechos.

Así las cosas, las partes acordaron modificar la pena de 12 años de cárcel solicitada inicialmente por el Fiscal, que decidió no llamar a declarar a los menores amigos del fallecido, que habían sido citados, toda vez que el presunto autor reconoció lo ocurrido. En el escrito presentado se hizo constar, entre otros datos, que el acusado no llevaba la navaja y, según explicó la acusación particular, representada por el letrado Pablo Luna, se acordó solicitar una pena de ocho años y medio de prisión --al reconocerse la atenuante de legítima defensa muy cualificada-- y diez de alejamiento y comunicación tanto de la familia del fallecido como de Alcalá de Guadaíra.

El citado abogado pidió también al acusado que "por favor, cuando termine de cumplir su condena, no vuelva a repetir lo que hizo" aquel día. La defensa, por su parte, dijo también ante el Tribunal del Jurado que los hechos "nunca deberían haber ocurrido. Probablemente estaban en el lugar equivocado a la hora equivocada", exposiciones tras las cuáles, el acusado dijo no querer añadir nada más.

En sus conclusiones provisionales, el Ministerio Fiscal pedía también la inhabilitación absoluta durante el periodo de la condena, así como el pago de las costas procesales. También, una indemnización de 86.000 euros para los padres de la víctima. En el escrito se decía también que no consta acreditado que la novia del acusado le ayudase a escapar del lugar o a ocultarse de la Policía. El jurado popular delibera a esta hora para emitir un veredicto.

MAYOR CONTROL

Al término de la vista oral, la acusación particular manifestó, a preguntas de los periodistas, que "los poderes públicos, ante los fenómenos masivos donde se consume alcohol y estupefacientes, deben hacer controles mínimos de vigilancia para que no ocurran estos hechos". En este sentido, criticó que en la feria de Alcalá, con "más de 100.000 visitantes, sólo tuviera un puesto de socorro y careciera de unidad móvil".

Además, reseñó que el hospital más cercano al recinto está a media hora "si el tráfico lo permite". Por ello, estimó que "me parece muy bien que se esté preocupado por el tabaco, pero también hay que establecer un mínimo control del consumo de alcohol donde se aglomeren personas y sea previsible que puedan disminuir los controles de los impulsos".

Así, sobre la convocatoria de macrobotellones, el letrado consideró que además de controlarse externamente por las molestias que ocasionen al vecindario, debería también establecer un mínimo control interno en el sentido de que "se esté muy al tanto de posibles situaciones de agresividad o conflicto que puedan surgir" dentro de los propios botellones. "Lo primero que tienen que hacer las autoridades es ponerse de acuerdo en qué mínimos hay que hacer", concluyó.