Sevilla.-Tribunales.-Cuatro guardias civiles declaran ante el juez por las lesiones denunciadas por un vecino de Brenes

Actualizado: martes, 4 abril 2006 18:51

La Guardia Civil asegura que el denunciante se interpuso entre los agentes y un narcotraficante al que iban a detener y que les agredió

SEVILLA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

Cuatro guardias civiles prestarán declaración como imputados el próximo jueves, día 6, ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lora del Río (Sevilla) tras una denuncia presentada contra ellos por un vecino de Brenes (Sevilla), F.R.M., de 53 años, en la que les acusaba de supuestos delitos de "lesiones, torturas, coacciones, impedimento a ejercer sus derechos cívicos y atentado contra la integridad moral". Además, mañana están citados a declarar testigos de la acusación particular.

Así lo informó a Europa Press Luis Romero, quien precisó además que mañana están citados a declarar testigos propuestos por la acusación particular.

En el texto de la denuncia, al que ha tenido acceso Europa Press, se relata que los hechos tuvieron lugar el pasado 3 de noviembre, sobre las 20.30 horas, cuando dos efectivos de paisano de la Benemérita actuaban en un operativo enmarcado en la detención de un narcotraficante en el 'Mesón Lola' del municipio de Brenes.

F.R.M. se metió por medio, al parecer ignorando que los efectivos de paisano eran guardias civiles, --según la denuncia-- "actuando de buena voluntad y a fin de evitar el enfrentamiento entre los sujetos intervinientes", siendo detenido de inmediato por otros dos agentes del Instituto Armado, ya uniformados, que entraron en el local con posterioridad.

Fue acusado de atentado contra la autoridad ya que, según exponía textualmente la Guardia Civil, propinó "varias patadas a uno de ellos, así como otros golpes".

En la denuncia se expone como "le dieron un fuerte golpe en el pecho, cayendo de espaldas al suelo, le rociaron con un spray en los ojos y le dieron patadas y puñetazos", llegando a "amenazarlo con matarlo pegándole un tiro". Cuando los efectivos de la Guardia Civil se llevaban al arrestado esposado hacia el vehículo de patrulla, antes de meterlo, F.R.M. "recibió --siempre supuestamente y según consta en la denuncia-- con un instrumento metálico una descarga eléctrica en la parte derecha de su abdomen".

El detenido declaró que se asfixiaba y que sentía un dolor como si le fuera a dar un infarto. Aunque uno de ellos, según el documento, accedió a darle el agua, bajando un poco la ventanilla para que recibiera aire y le controló el pulso, el otro le dijo, según el denunciante, "a ver si te mueres por el camino, cabrón".

La denuncia de F.R.M. manifiesta, asimismo, como al día siguiente éste fue trasladado desde Montequinto hasta San José de la Rinconada para tomarle declaración. Al negarse éste, por no encontrarse en presencia de un letrado, "uno de los guardias civiles allí presentes, apuntándolo con una pistola, le dijo 'si yo hubiera estado allí, te hubiera pegado dos tiros'", según la versión de los hechos del denunciante. Con posterioridad, fue trasladado de San José a Montequinto de nuevo, y de allí a Lora del Río.

El documento expone que F.R.M., debido a la experiencia vivida, tiene continuos problemas psicológicos y continuos dolores por las lesiones producidas --según consta, tiene una invalidez del 66 por ciento como resultado, entre otras dolencias, de una hernia discal--.

VERSION DE LA GUARDIA CIVIL

Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil aseguraron que el denunciante se vio envuelto en una operación contra el narcotráfico con la que no tenía relación y que intervino en defensa de uno de los sospechosos a los que los agentes iban a detener.

Se añadió que fue el denunciante el que se interpuso entre los guardias y el presunto narcotraficante y que no cesó en su actitud ni cuando aparecieron los agentes uniformados en el establecimiento.

Se dijo que era muy agresivo, puntualizando que comenzó a agredir a los agentes, llegando incluso a tirar a uno de ellos una silla. "Hubo que reducirlo", se dijo, insistiendo en que la actitud fue muy violenta y se desmintió que se empleara algún arma no reglamentaria.