La autopsia desveló que había consumido alcohol y cocaína antes de fallecer, pero la familia defiende que no era consumidor habitual
SEVILLA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El juicio iniciado ayer en el Juzgado de lo Penal número 7 de Sevilla contra el acusado de matar a un joven de 20 años de una patada en el pecho en el parque Alcosa de Sevilla el 29 de junio de 2005 quedó hoy visto para sentencia en una segunda sesión en la que prestaron declaración tres médicos forenses, de los que dos --los que practicaron la autopsia a la víctima-- declararon que el joven falleció de un golpe de "mediana intensidad" contra el esternón que le trastornó el ritmo cardíaco.
En la vista oral, hoy prestó declaración en primer lugar el forense que reconoció al presunto agresor, M.P.P., quien dijo que presentaba erosiones que, en todo caso, no parecían ser producidas por un puñetazo sino más bien por arazaños, porque no tenía hematomas. Añadió que estaba "anímicamente muy afectado. No presentaba signos de intoxicación por sustancias tóxicas y mostraba un sentimiento de desesperanza ante lo sucedido, ansiedad, estaba prácticamente hundido, pero colaboraba, no tenía una actitud evasiva, sino que la situación le sobrepasaba".
Después fue el turno de dos forenses que realizaron el informe de la autopsia del fallecido, D.C.J., que destacaron que era una persona de complexión delgada, delgada, y que presentaba lesiones en distintas partes del cuerpo de mayor gravedad que las del agresor. "Se situaban principalmente en la zona izquierda del cuerpo e indicaban que había habido contacto físico, un intercambio de golpes. Eran de entidad leve y podrían haber curado en 15 o 20 días".
Especial hincapié se puso en los daños que sufrió en tórax, donde apreciaron un hematoma de 10.8 centímetros, "perfectamente compatible con una patada" y destacaron que cuatro testigos coincidieron al declarar ante la Policía que "tras la patada, a los pocos segundos dobla las rodillas y cae fulminado". A su juicio, recibió un golpe de "mediana intensidad, no muy fuerte porque no hubo afectación del esqueleto" y reseñaron que el posiblemente se produjera con la planta del pie.
"Tuvo que ser un golpe directo en el pecho, no por una caída ni por una intención de golpear al azar", aseveraron, al tiempo que precisaron que la causa de la muerte fue un trastorno del ritmo cardíaco que hizo que el corazón, que "estructuralmente era normal", se parara. "Se produjo por el golpe", arguyeron, si bien se apuntó que el fallecido tenía restos de haber consumido alcohol y cocaína --esto último al menos 12 horas de su muerte-- y que, por los niveles, era un "consumo puntual", recalcando que "no es necesario que se consuman tóxicos para que sufra dicho trastorno, pero ambas son sustancias arritmogénicas y algo pudieron influir, pero esa es una hipótesis que no altera las conclusiones" de que la parada se produjo por la patada. "Sin el golpe, es clarísimo que no hubiera habido alteración del ritmo cardíaco", se sentenció, aclarando que la patada coincidió además con un momento en el que el ritmo del corazón era más vulnerable.
Al respecto de dicho consumo, familiares de la víctima aseguraron a Europa Press que no consumía drogas ni alcohol, porque estaba buena parte del tiempo con su familia y apenas tenía dinero porque daba el sueldo a sus padres y se quedaba sólo con lo que ganaba con las 'chapuzas' que hacía".
CONCLUSIONES DEFINITIVAS DE LAS PARTES
Así las cosas, el ministerio fiscal mantuvo su acusación de un delito de homicidio imprudente, por el que pide, considerando que no tiene antecedentes penales, dos años de cárcel y el mismo periodo de prohibición de acercamiento al domicilio del fallecido, así como un mes de multa con cuota diaria de seis euros por una falta de lesiones y una indemnización para los padres del fallecido --con quienes residía-- de 83.000 euros.
Por su parte, la acusación particular acusa del mismo delito al procesado, pero pide por el mismo cuatro años de prisión y amplía la petición de indemnización también para los hermanos de la víctima. La defensa, sin embargo, consideró que concurre una falta de lesiones --"porque no se representó la muerte de su amigo"-- y, subsidiariamente, una falta con resultado de muerte y, en todo caso, solicitó que se imponga una multa de un mes con cuota diaria de cuatro euros.
Algunos de los familiares y amigos que hoy presenciaron la vista oral portaban las camisetas que lucieron ayer con la foto estampada de la víctima, pidiendo justicia, y siguieron la sesión entre sollozos, sobre todo al término de la misma, cuando la acusación particular relató el apego que tenía el fallecido con los suyos. LOS HECHOS
La agresión ocurrió sobre la 14.00 horas del pasado 29 de junio en la avenida Ciudad de Chiva, en el Parque Alcosa, y la víctima murió en el Hospital Virgen del Rocío, siendo el presunto agresor detenido tres horas después.
Ambos, supuesto agresor y víctima, eran vecinos de la plaza de las Monjas, cerca del lugar donde ocurrió la pelea. Según indicaron entonces algunos vecinos, el joven seguía enamorado de su ex novia, que lo había dejado hace sólo unos meses, y se había enfrentado con el actual compañero de ésta varias veces. En el transcurso de la riña, el presunto agresor propinó una patada en el pecho al otro.
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