Sevilla.-Tribunales.- González-Eiris se declara inocente y dice que su mujer tenía una actitud "amenazante e insultante"

Actualizado: martes, 21 marzo 2006 19:00

SEVILLA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

Carlos González-Eiris, el que fuera alcalde socialista del municipio sevillano de Salteras, declaró hoy ante la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla, en la primera sesión del juicio abierto contra él por supuestos malos tratos continuados y agresión sexual a su mujer, R. C. M. --de la que está separado--, que es "inocente" de todo lo que se le acusa y aseguró que su esposa era quien mantuvo "actitudes amenazantes e insultantes" hacia su persona.

En su declaración, González-Eiris desmintió que se dirigiera a su esposa, con quien se casó en junio de 1982, con expresiones vejatorias, argumentando que la trató "correctamente porque la he querido siempre. Ella era quien decía lo que se hacía en mi casa". Sobre la negativa de la mujer a mantener relaciones sexuales con él, éste dijo que tuvo conocimiento de la decisión "por la denuncia que presentó en 2001".

El ex primer edil de Salteras, que negó que inmovilizara a su mujer físicamente para mantener relaciones sexuales, dijo también que "bajo ningún concepto la he tocado en mi vida" y alegó que su esposa estaba "desestabilizada emocionalmente" a raíz de problemas de ésta con su familia materna.

En este punto, reconoció que llegó a internarla en un centro psiquiátrico en contra de su voluntad "por su bienestar, haciendo lo que sus padres me pedían". Respecto a si dejaba o no a su mujer salir con libertad, González-Eiris refirió que "hemos estado en actos públicos a los que ha acompañado y nunca me negué a que saliera con otras personas. No le he dicho lo que tenía que hacer. Es incierto que le dijera cómo tenía que vestir, era ella quién me indicaba cómo me tenía que comportar y respetaba todas sus decisiones".

Un apartado especial del interrogatorio se centró en el hecho de que el ex alcalde fuera al Centro Provincial de la Mujer para preguntar si la que era su mujer había requerido sus servicios --se asesoró para pedir un abogado para separarse--, si bien se identificó sólo como alcalde --entonces-- y no como su marido; reconoció haber ido, pero dijo que no informó de que era su marido "porque probablemente se me pasó. Dije que iba en nombre de sus padres".

Además de asegurar que "la quería", aseveró también que no aceptó de mutuo acuerdo la decisión adoptada por su mujer de separarse "porque era una situación que no podía admitir, sobre todo por mi hijo pequeño".

Tras él, prestó hoy declaración su mujer, oculta tras una mampara, quien explicó que en el verano del 94 decidió no mantener más relaciones sexuales con González-Eiris porque "estaba harta de que llegara borracho a medianoche, tocándome por la espalda y dándome patadas, por lo que a veces caía al suelo. Me insultaba y amenazaba y me trataba como a su criada. No quería que trabajara, sino que estuviera en casa, que sólo servía para limpiar, que para eso me daba el sueldo y tenía que hacer lo que él quisiera, y me tenía que meter en la cama cuando quisiera".

DORMIR EN EL SOFA

Lo definió como una persona "muy posesiva y dominante" y explicó que su relación afectiva se fue apagando y que su matrimonio "era cada vez más distante por el comportamiento" del ex alcalde. Llegó a explicar también que incluso más adelante optó por irse a dormir al sofá del salón del domicilio familiar "porque ya le estaba cogiendo miedo". Además, manifestó que desde que decidió no mantener más relaciones con él hasta que se fue a dormir al sofá "las relaciones eran ya a la fuerza casi siempre".

Dijo también que lo aguantaba "por miedo y por mis hijos", así como que le comentaba a González-Eiris que no quería mantener relaciones sexuales con él "y me amenazaba diciendo que él mandaba y que como era alcalde me tenía que aguantar con lo que él quisiera y callarme". La mujer señaló también que el 7 de junio de 2001 salió de su casa, después de que en mayo de ese mismo año iniciara los trámites para su separación.

La mujer aseguró también que, tras su decisión, el marido se volvió "más agresivo, me amenazó con llevarme a un psiquiátrico y no consentía la separación. Decía que quería verme muerta, que mejor en un ataúd que fuera de la casa". Además de corroborar lo dicho en su denuncia de que, también en 2001, la agredió en varias ocasiones amenazando con matarla, declaró que "no estoy enferma, estaba perfectamente" y criticó que "sólo salía él, yo tenía que estar en casa con mis hijos".

"Decía que no podía perder la alcaldía, que era muy bien mirado y tenía que seguir en su Ayuntamiento y que tenía que dejar al abogado, sino, saldría de casa en un ataúd, que me arrancaría los pelos, me daría un palo por la espalda y me dejaría en una silla de ruedas", declaró la mujer. Tras recordar que la primera agresión sexual se produjo supuestamente en 1994, agregó que González-Eiris le dijo también que la iba a dejar embarazada de nuevo para que no se separara, si bien defendió que tuvo dos abortos "provocados por él pues, con el embarazo, no podía mantener relaciones, pero le daba igual", algo, este último, que el ex alcalde negó rotundamente.

Entre otras cuestiones, la mujer aseguró que su marido llegó incluso a dejarla sin teléfono una semana y ha encerrarla en casa cuando decidió solicitar irse a una casa de acogida, y aseguró que era cierto que "me dijo que para separarse de mutuo acuerdo, él pacto con mi madre y mi hermana que primero fuera a un psiquiatra y que después no pondría problemas posteriores".

Además de personal de los centros a los que acudió, prestó declaración también hoy el padre de la mujer, J. C. M., quien dijo que su hija hablaba sobre todo con su madre, pero "de oídas supe que mi nieto mayor dijo que su padre la había cogido del cuello. Ella decía que venía borracho, que actuaba diferente a lo que era y era mentira que tuviera a sus hijos y su casa abandonados. Decía que la violaba y se escuchó que tenía amantes e hijos" frutos de relaciones externas al matrimonio, algo que reconoció nunca llegó a probarse.

El fiscal ha solicitado para el ex alcalde de Salteras una pena de once años y medio de prisión por supuestos delitos de maltrato habitual y agresión sexual contra R.C.M. Por su parte, la abogada de la mujer, Amparo Díaz, precisó que solicitan 18 años de cárcel para González-Eiris, teniendo en cuenta también el daño psicológico que ha causado supuestamente a su defendida.