Sevilla.- Tribunales.- Guardias Civiles niegan que pegaran al vecino de Brenes que les denunció

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 20:39

SEVILLA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los cuatro guardias civiles denunciados por un vecino de Brenes (Sevilla), que les acusa de supuestos delitos de "lesiones, torturas, coacciones, impedimento a ejercer sus derechos cívicos y atentado contra la integridad moral", declararon hoy ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lora del Río (Sevilla) que no le pegaron en ningún momento.

Así lo indicaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado, que ha dispuesto un equipo jurídico del Cuerpo para defender a los guardias. Las citadas fuentes, que aseguraron que los agentes declararon en calidad de testigos "y no de imputados y no se ha tomado ninguna medida cautelar contra ellos", aseguraron que los agentes mantuvieron los argumentos que han defendido desde el principio.

Según consta en la denuncia, los hechos se produjeron en el mesón Lola de Brenes el pasado 3 de noviembre, en el que efectivos de la Guardia Civil redujeron supuestamente a un vecino --el denunciante, F.R.M., de 53 años, defendido por el abogado penalista Luis Romero-- que se interpuso en la detención de un narcotraficante.

Fuentes del caso precisaron que los agentes reconocieron que rociaron con spray al denunciante para reducirlo, llegando uno a decir también que le dio "un empujón con el brazo y cayó al suelo". Las mismas fuentes apuntaron además que los agentes que actuaron de paisano "no se identificaron con sus tarjetas oficiales, pero sí verbalmente". En cuanto a los medios empleados, negaron que utilizaran porras eléctricas, ni siquiera las defensas normales.

También se llegó a hablar de que el denunciante podría haber consumido cocaína, según pudo decir un médico que le asistió, pero las citadas fuentes del caso aseguraron que "nunca ha consumido y no se le practicó ninguna prueba al respecto. Además, antes de los hechos estuvo comiendo tranquilamente en el bar".

La defensa se plantea ahora citar a algún agente más que intervino en la toma de declaración del denunciante y que se libre oficio a la Dirección General de la Guardia Civil para que se explique en qué supuestos y circunstancias se puede rociar con spray de defensa a alguien.

Desde el inicio del caso, fuentes de la Guardia Civil aseguraron que el denunciante se vio envuelto en una operación contra el narcotráfico con la que no tenía relación y que intervino en defensa de uno de los sospechosos a los que los agentes iban a detener.

Se añadió que fue el denunciante el que se interpuso entre los guardias y el presunto narcotraficante y que no cesó en su actitud ni cuando aparecieron los agentes uniformados en el establecimiento. Se dijo que era muy agresivo, puntualizando que comenzó a agredir a los agentes, llegando incluso a tirar a uno de ellos una silla. "Hubo que reducirlo", se dijo, insistiendo en que la actitud fue muy violenta y se desmintió que se empleara algún arma no reglamentaria.