SEVILLA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla ha emitido una providencia mediante la cual ordena la acumulación de la denuncia del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) de presuntas agresiones por parte de varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía a la que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital hispalense.
Fuentes del caso recordaron a Europa Press que este último juzgado investiga las denuncias presentadas contra cuatro de las personas que se movilizaron el pasado 2 de agosto en la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía para reivindicaciones agrarias, imputadas por presunta resistencia a la actuación policial.
De esta forma, ambas causas se unifican en un solo proceso en el que sindicalistas y policías deberán responder como denunciantes y denunciados. Así, se suspende el juicio programado para mañana en el Juzgado de Instrucción número 5, quedando todo aplazado hasta la conclusión de la instrucción.
La causa contra los agentes de Policía fue admitida a trámite después de que el juzgado no lo hiciera con la primera de las denuncias presentadas. Por otro lado, uno de los sindicalistas imputados es el hijo del dirigente sindical Diego Cañamero. Otro de los movilizados que aparece como denunciante y denunciado es el secretario provincial del SOC en Jaén, Andrés Bódalo; ambos fueron observados por un médico forense en orden a establecer la gravedad de las presuntas lesiones.
Diego Cañamero ya apuntó que, durante la movilización, unos 20 ó 30 jornaleros entraron en las dependencias de la Consejería para protestar, donde "la policía les agredió delante nuestra", señalando que a Bódalo "le tiraron al suelo y se liaron a porrazos con él, para después llevárselo", indicó entonces.
Cañamero dijo posteriormente que era una ironía que su denuncia no fuera admitida y sí lo fuera la denuncia que presentaron los policías dos horas después de que los dirigentes del SOC presentaran la suya. Es más, para archivar la primera, según el dirigente sindical, la juez argumentó que "si existe desobediencia y resistencia, está justificada la violencia".
"¿Está justificado pegarle a una persona después de esposado?", se preguntó, al tiempo que señaló que "en ningún sitio está escrito que una persona puede ser maltratada en una Comisaría". Cañamero advirtió que "nos han llegado policías pidiéndonos disculpas y diciendo que es verdad que se pasaron, pero que habían sido cuatro que no debían estar allí".
