SEVILLA, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El padre acusado presuntamente de agredir sexualmente a su hija de 15 años tras negarle que saliera para ir a la feria de Aznalcázar (Sevilla), donde residen, negó hoy los hechos ante el Tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla, en una vista que se celebró a puerta a cerrada y a la que no asistió la supuesta víctima.
Así lo informó a Europa Press la defensa del acusado, Carlos Rivera, quien precisó que, dada la incomparecencia de la supuesta víctima, la vista continuará el próximo día 9 de junio, fecha en la que está previsto tomarle declaración y la exposición de las conclusiones definitivas de las partes.
El ministerio fiscal había solicitado en su escrito de calificación inicial una pena de 13 años de prisión para el padre. Según consta en dicho escrito, al que tuvo acceso Europa Press, los hechos denunciados habrían ocurrido en junio de 2004, cuando el inculpado convivía con sus dos hijas, una de 15 años y otra de 18 en aquel entonces; el procesado era bebedor habitual --lo ha sido hasta hace unos meses-- y ex consumidor de cocaína y heroína --si bien actualmente está bajo tratamiento deshabituador con metadona--. Se hace constar también que la madre de ambas jóvenes y esposa del procesado los abandonó cuando las hijas eran pequeñas, no manteniendo apenas contacto con ellos desde entonces.
Así las cosas, se explica que los supuestos hechos ocurrieron cuando la hija --entonces-- menor de edad se disponía a salir del domicilio para ir a la feria de Aznalcázar cuando su padre, el acusado, le dijo que no la iba a dejar salir ya que había estado todo el día fuera. Oído esto, la menor comenzó a llorar y, de rodillas, pidió a su padre que la dejara ir con sus amigos a la feria.
En ese momento, el padre le dio --siempre supuestamente-- un empujón y la tirón al suelo; a continuación la cogió de los brazos y la llevó a la habitación, donde, después de tirarla sobre la cama, comenzó a tocarla por todo el cuerpo, llegando a penetrarla vaginalmente con su miembro viril.
Cuando la menor logró quitárselo de encima, el acusado le dijo que había actuado de tal modo porque no era su hija. Para el fiscal los hechos constituyen un delito de agresión sexual por el que pide una pena de 13 años de prisión con inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad durante cuatro años y costas. Además, la prohibición de comunicar ni acercarse a la entonces menor ni al domicilio donde esta resida a una distancia no inferior a 300 metros durante cinco años, así como que la indemnice con 18.000 euros.
La víctima está actualmente en situación legal de desamparo, desde el 1 de julio de 2005, asumiendo su tutela la entidad pública y acordando su acogimiento residencial en un centro de protección.
