SEVILLA 5 May. (EUROPA PRESS) -
Uno de los policías que acudieron al asentamiento chabolista de El Vacie, de Sevilla, el pasado 27 de diciembre tras el tiroteo que supuestamente se produjo en la zona y por el que tres personas resultaron heridas leves, declaró hoy ante el Juzgado de Instrucción número 13 de la ciudad que no tuvo la impresión de que lo acontecido fuera un "fuego cruzado", al menos en lo que respecta a una de las partes supuestamente implicadas en el tiroteo.
Así lo informaron a Europa Press fuentes judiciales, que precisaron que hoy también tendría que haber prestado declaración otro agente que acudió a la zona, si bien no lo hizo porque se encontraba de permiso y no había sido localizado.
El que sí prestó declaración comenzó diciendo que el día de los hechos se encontraba patrullando por las inmediaciones del asentamiento chabolista, en concreto por el Tanatorio de la SE-30, cuando escuchó disparos y se dirigió a El Vacie.
Al llegar, vio cómo varios coches, uno de ellos rojo, salía del asentamiento a gran velocidad, y encontró a una familia que, muy nerviosa, decía que les habían disparado, así como que algunas habían recibido impactos de postas o bala. Los agentes allí personados, añadió, identificaron a "cinco o seis personas", de las que dos aseguraban que había disparado el individuo apodado 'El Pecas' y su familia.
A preguntas de uno de los letrados de la defensa, el agente de la autoridad respondió que la mayoría de los identificados dijeron que el tiroteo se produjo por una antigua disputa entre la familia de 'El Pecas' y otra.
Por el caso, ayer prestaron declaración otras dos personas en calidad de testigos, una mujer y un hombre, F.P.P. y R.V.L., si bien también estaba citada otra mujer, A.R.R., quien no acudió a la citación judicial.
ASISTENCIA A UNA FIESTA
Las citadas fuentes indicaron que los dos testigos señalaron que el día del tiroteo, la mujer celebró una fiesta de Navidad en su casa y que R.M.C., uno de los acusados y que se encuentra en prisión, llegó a la vivienda sobre las 16.30 horas, donde permaneció, según dijo la mujer, hasta las 18.00 horas. Para el letrado de la defensa, con ello sería "incompatible que hubiera podido estar en el tiroteo porque la Policía señaló en su atestado inicial que sobre .as 18.05 se recibió una llamada de que había habido un tiroteo".
Por su parte, el testigo que declaró ayer dijo que estuvo en la fiesta desde las 15.30, que es vecino de la otra testigo y que R.M.C. llegó una hora más tarde, permaneciendo allí al menos hasta las 17.30 horas, momento en el que el testigo abandonó la celebración, desconociendo por tanto a qué hora pudo haberse ido el citado acusado.
Por otro lado, para otro de los letrados de la defensa, según dijo a Europa Press, en el caso existe un "problema técnico muy importante" debido al hecho de que tanto el ministerio fiscal como el propio Juzgado entienden que lo ocurrido podría considerarse como intento de homicidio, mientras que, a su juicio, el tipo a aplicar sería el de riña tumultuaria --algo que no ha sido corroborado por el policía que declaró hoy--; la diferencia estribaría entre una pena que podría ascender a nueve o diez años de prisión en el primero de los casos a una de dos años máximo en el segundo.
A su entender, el tiroteo se produjo entre dos grupos "que se agredieron mutuamente" y, en el mismo, podrían haber participado o visto involucradas unas 30 personas.