Sevilla.- Tribunales.- Policía local de Utrera dice que dio dos golpes al motorista "donde pude cuando lo vi venir a mí"

Actualizado: miércoles, 3 mayo 2006 20:26

SEVILLA, 3 May. (EUROPA PRESS) -

El policía local de Utrera (Sevilla), con las iniciales S.G.C., acusado de excederse y agredir a un motorista que eludió un control policial, declaró hoy ante la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla que asestó dos golpes "ni uno más" al motorista con su defensa reglamentaria "donde pude cuando lo vi venir hacia mí", temiendo que pudiera agredirle.

Así lo dijo el policía en la vista oral celebrada esta mañana, a la que asistió Europa Press, en la que precisó que el motorista, al que persiguió en moto por el Callejón de la Fruta hasta un descampado después de que evitara llegar al control que tenía montado la Policía Local, le dio, en un primer momento una vez que se detuvieron, un cabezazo que le dejó aturdido para después, "venir otra vez hacia mí, con las manos abiertas. Le di dos golpes en la cabeza con la porra", asegurando que el denunciante era más corpulento y comentando que había perdido mucho peso en los seis meses que había estado de baja por una operación de menisco.

Tras precisar que forma parte del Cuerpo desde 1985, dijo que recordaba perfectamente su intervención el día de los hechos, sobre las 00.30 horas del 14 de junio de 2003, cuando se hallaba con otros dos compañeros haciendo un control de motocicletas. En un momento determinado se percató de que el denunciante --que es hijo de guardia civil-- se aproximaba sin casco y haciendo ruido con su ciclomotor y que, para no llegar al control, tomó una calle en dirección prohibida, por la que él lo siguió con su moto oficial "con los gálibos puestos".

El policía dijo que el motorista no se paraba y que, al llegar al descampado, le cruzó su moto delante para hacer que se detuviera. Entonces le dijo: "Buenos noches, déme usted la documentación, por favor", a lo que el motorista le contestó que no se la daría, que se marcharía y que era una vergüenza para el Cuerpo, hechos ante los que el policía pidió refuerzos.

Entonces, ambos iniciaron un forcejeo, en el que, siempre según el policía, el motorista le propinó un cabezazo, se agarraron por el cuello y por la camisa y, cuando el motorista se le acercó por segunda vez, le pegó con la porra dos veces en la cabeza, negando rotundamente que esto lo hiciera por que el motorista se negara a darle la documentación.

Después, añadió, llegaron los refuerzos, incluido personal de la Guardia Civil, que esposaron al motorista y lo llevaron a un centro médico para después conducirlo a la Jefatura de la Policía Local de Utrera, negando que fuera él quien lo llevara así como que pudiera volver a golpearle en las dependencias policiales. El policía agregó que él también tuvo que ir al médico porque tenía un hematoma con la nariz y que después se fue a casa a mudarse de camisa para finalmente acudir a la Jefatura.

A preguntas de las partes, reconoció que no le dio el alto porque no llegó al control, negó que se dirigiera al denunciante irrespetuosamente y que éste se parara voluntariamente, añadiendo que no estuvo de baja por el hematoma, pero sí "de baja psicológica por las cosas que se me han hecho después".

Después, declaró también una forense que atendió al motorista, recordando que presentaba una herida inciso-contusa en el cuero cabelludo y un hematoma en el pómulo izquierdo.

POR NO LLEVAR LA DOCUMENTACION ENCIMA

Seguidamente, declaró el denunciante, J.C.S.B., de 27 años, quien explicó que trató de evitar el control porque, aunque tenía la documentación en regla, no la llevaba encima, ni tampoco el casco, por lo que quiso evitar la multa. "Vi el control y me metí por la primera calle a la derecha que vi --el citado callejón--. Fue instintivo, nadie me dio el alto".

Además, agregó que "nadie me seguía, no escuché nada ni sirenas. El policía me dijo después de malas maneras que me parara, ya en el descampado, y le contesté que me pararía si quería porque me molestó el modo en que me lo dijo". El motorista dijo también que el policía "se bajó directamente con la porra en la mano. Me pidió la documentación, le dije que no la tenía y me pidió que me bajara, a lo que me negué porque la moto no tenía 'pata-cabra', pero él me insistió y me dijo levantando la porra que me bajara o me daba".

Así las cosas, aseguró que recibió tres golpes en la cabeza con la porra y reconoció que la dijo que era una vergüenza para el Cuerpo por "su actitud, le pasaba algo". El joven dijo que en ningún momento golpeó al policía y aseguró que, una vez en Jefatura, "se lió a guantazos conmigo con las manos abiertas. Yo estaba esposado y no me podía defender".

Además, tras precisar que nunca había visto al policía, manifestó que "después me pidió hablar conmigo a solas y me acusó de faltarle al respeto. Yo no dije nada y él decía 'No me chilles, que te calles', hasta que se marchó", añadiendo que pasó toda la noche en el calabozo y que "cada cierto tiempo bajaban policías y me decían cosas bastante fuertes".

El joven motorista, que aseguró que paró la moto voluntariamente, dijo que su estado anímico está ahora "fatal. Veo a cualquier policía y me temo lo peor. Es una situación que no deseo a nadie".

En la vista, también prestaron declaración otros policías locales de Utrera que también participaron en la intervención.

Para el fiscal y la acusación particular, los hechos son constitutivos de un delito de lesiones por el que pide dos años y medio de prisión, con la accesoria de suspensión de empleo o cargo público durante el tiempo de la condena. También pide 900 euros de indemnización por las lesiones y secuelas producidas, cantidad de que la estima que el Ayuntamiento de Utrera es el responsable civil subsidiario.