Sevilla.- Tribunales.- El soldado acusado de almacenar armas en su casa dice que lo hacía "con fines de coleccionista"

SEVILLA 31 May. (EUROPA PRESS) -

El soldado del Ejército de Tierra Eugenio S.C., de 26 años, acusado de almacenar presuntamente en su hogar material militar entre el que figuraban más de 20 kilogramos de pólvora, casi seis kilogramos de explosivos, once granadas de diverso tipo, dos minas y munición de calibre variado, declaró hoy ante la Sección Séptima de la Audiencia provincial de Sevilla que cogió dicho material del campo de maniobras de Zaragoza y que lo hacía "con fines de coleccionista".

Así lo manifestó en la vista oral celebrada hoy por el caso, a la que asistió Europa Press y en la que estaba expuesto el material que le fue incautado, en la que se reconoció autor de los hechos. El caso quedó visto para sentencia después de que el acusado prestara declaración y una vez que las partes, fiscal y defensa, alcanzaran un acuerdo de conformidad por el que solicitaron una pena de nueve años de prisión para el acusado, cinco por un supuesto delito de tenencia y depósito de armas de guerra y otros cuatro por tenencia y depósito de explosivos. Así como la prohibición de tener y portar armas durante 12 años.

El ministerio fiscal solicitaba inicialmente una pena de 17 años de prisión, diez por depósito de armas de guerra y el resto por depósito de explosivos, y elevaba a 20 los años en los que solicitaba que se le prohibiera adquirir y tener armas. La defensa, por su parte, reconocía inicialmente la existencia de un supuesto delito de depósito de armas de guerra, pero consideraba que el posible delito de depósito de explosivos quedaría, en caso de probarse, absorbido por el primero, por lo que admitía en principio una pena de cinco años de cárcel y, alternativamente, siete años, seis meses y un día de cárcel, si bien finalmente se adhirió a la petición del fiscal tras alcanzar conformidad.

Según consta en el escrito de acusación del fiscal, al que tuvo Europa Press, el armamento fue localizado entre el domicilio del acusado, ubicado en la calle Chopo de Sevilla capital, y un trastero de su propiedad ubicado en la misma calle. En total, fueron localizados 20,600 kilogramos de pólvora, 5,900 kilogramos de explosivo compuesto por oxígeno y trilita, una bomba modelo 'Nippar', tres detonadores, ocho espoletas, 19 multicargadores de granadas, once granadas de mortero y fusil, dos minas y 47 cartuchos acompañados de cintas y cargadores.

Este material, según el escrito de acusación, se encontraba en buen estado de conservación y listo para su uso. Tanto es así, que el 31 de julio de 2005, el acusado acudió supuestamente al trastero de la calle Chopo y, manipulando una granada de mortero de 60 milímetros modelo M-68, ocasionó una explosión que dañó tanto el habitáculo como el patio colindante.

La explosión motivó la actuación de la Policía, cuyos efectivos descubrieron e intervinieron los efectos militares ya descritos.