SEVILLA 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía aseguró hoy que los trabajos de investigación que se desarrollan en el marco del Programa de Seguimiento Ecorregional del Paisaje Protegido del Corredor Verde del Guadiamar (Secover), confirman que se ha producido una mejora ambiental tanto del río como de su área de influencia, cuando el próximo martes día 25 se cumplirán ocho años del vertido de la empresa Boliden Apirsa en Aznalcóllar (Sevilla).
Entre los datos más evidentes, según informó la Consejería de Medio Ambiente en un comunicado remitido a Europa Press, detallaron la estabilización de las condiciones físico-químicas del río, así como de los contenidos en metales pesados y arsénico. Igualmente, aportaron la recolonización de significados grupos faunísticos como los peces o las aves, "indicadores claros de una mejora notable de la salud ambiental de este singular entorno".
En estos tres años desde la declaración del Corredor Verde del Guadiamar como Paisaje Protegido, en abril del 2003, dentro del marco de gestión de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (Renpa) se han venido realizando aquellas tareas que se consideraba necesario continuar y que están recogidas en el propio Decreto de declaración del Paisaje Protegido: seguir controlando los parámetros de calidad ambiental, continuar los trabajos de mantenimiento para favorecer la recuperación de los ecosistemas, con el apoyo de la investigación científica y fomentar la educación ambiental y el uso público.
El equipamiento de uso público del Corredor Verde del Guadiamar está constituido por el área recreativa de Las Doblas, por un sendero peatonal y cicloturista que discurre por ambas orillas del río, el jardín botánico de Buitrago (Aznalcázar ), el mirador de Benacazón y el centro de visitantes de Aznalcázar, que será inaugurado en unas semanas.
Asimismo, Medio Ambiente destacó los trabajos que desarrolla la Junta para recuperar una antigua vía pecuaria para uso ecológico y que se convertirá en pasillo verde para conectar los espacios naturales del Corredor Verde del Guadiamar y Sierra Morena en su extensión entre las provincias de Sevilla y Huelva.
SITUACIÓN DEL CORREDOR VERDE DEL GUADIAMAR ABRIL 2006
La Junta recordó que, a pesar de que la cuenca del río Guadiamar ha estado sometida a la acción del hombre de la mano de la minería, la agricultura y la ganadería de manera secular, la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar, en abril de 1998, marcó un punto de inflexión en el deterioro del entorno que provocó un alto impacto en el lecho de los ríos Agrio y Guadiamar, así como en las tierras adyacentes, las cuales fueron cubiertas por lodos y aguas ácidas cargadas en metales pesados y arsénico.
Por ello, señaló que, estos dos compartimentos del medio --río y zonas de cultivos-- han sido objeto, desde entonces, de un exhaustivo programa de control y seguimiento de la calidad ambiental en paralelo a los trabajos de restauración que se han encaminado no sólo a recuperar la situación previa al vertido sino a un estado ambiental mejor para que la cuenca del Guadiamar funcione como corredor ecológico o sistema de conexión entre el litoral de Doñana y Sierra Morena.
Finalizados los trabajos de restauración, que culminaron con la declaración del Corredor Verde del Guadiamar como primer Paisaje Protegido de Andalucía, el 22 de abril de 2003, en cumplimiento de lo previsto en el propio Decreto 112/2003, en el que se contemplaba entre las finalidades de su declaración continuar el seguimiento de los indicadores ambientales para conocer el proceso de recuperación de sus ecosistemas y promover la investigación científica para profundizar en el conocimiento de estos aspectos, los trabajos de una gran parte de los investigadores del PICOVER se desarrollan ahora en el marco del vigente Programa de Seguimiento Ecorregional del Paisaje Protegido Corredor Verde del Guadiamar (Secover).
Añadió que dentro de este Programa de Seguimiento, prosiguen los estudios sobre suelos, vegetación, aguas y microorganismos acuáticos, así como los procesos de recolonización de la fauna desde las áreas-fuente inmediatas al Corredor Verde.
CALIDAD AGUAS
Respecto a los parámetros analizados en las aguas del río, la Junta afirmó que el patrón de comportamiento observado en el río Guadiamar durante el año 2005 ha sido muy similar al de años anteriores, con la única salvedad de la extrema sequía que ha afectado a toda la región y por ende a la propia cuenca, por lo que en importantes periodos el río ha funcionado más como un rosario de lagunas que como un cauce ininterrumpido. Como consecuencia de ello, puntualmente han empeorado algunos indicadores de calidad ambiental en aguas por efecto de concentración de contaminantes y pérdida de oxígeno disuelto al reducirse de manera notable el caudal.
En resumidas cuentas, lejos de los efectos residuales del vertido minero, los mayores impactos de la contaminación en el río Guadiamar residen en otras fuentes de contaminación, como los episodios relacionados con la industria del aderezo, coincidiendo con los períodos de máxima actividad de este sector, cuyos efectos impiden por el momento la plena recuperación ambiental del río y su área de influencia.
En el caso de los vertidos urbanos, para la Administración autonómica, la entrada en funcionamiento de las depuradoras ha supuesto una mejora en general de la calidad de las aguas, especialmente en el tramo entre Aznalcázar y el Vado del Quema. La red de colectores que conducen las aguas residuales de ambas márgenes hasta las depuradoras ha eliminado numerosos puntos dispersos donde se producían vertidos directos desde las poblaciones o a través de pequeños arroyos hasta el Guadiamar.
En cuanto al seguimiento sobre el estado de los suelos afectados, la Junta puso de manifiesto que el contenido de azufre residual existente en los suelos se ha reducido considerablemente desde 1998 tras las operaciones de limpieza. El contenido en elementos traza (cinc, cobre, cadmio, plomo y arsénico) de los suelos ha descendido considerablemente respecto a estudios anteriores, encontrándose en general por debajo del umbral admisible o deseable, informó la Consejería.
En definitiva, la Junta concluyó que el seguimiento efectuado de los cambios experimentados en la funcionalidad ecológica de los suelos del Corredor Verde del Guadiamar en el periodo 2000-2004 "ha permitido comprobar una evolución muy positiva, incluso más optimista que la que se podría prever a partir de los datos desfavorables que en este sentido se encontraron en el año 2000".