SEVILLA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Sevilla ha solicitado finalmente siete años y tres meses de prisión para un individuo, identificado como J.A.F. y de 40 años de edad, acusado de guardar presuntamente en su bar de la capital hispalense distintas cantidades de droga y dos pistolas de aire comprimido, según informaron a Europa Press fuentes judiciales.
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla acogió hoy martes la continuación de este juicio --aplazado el pasado día 19 de octubre por la incomparecencia de uno de los testigos citados--, y durante el mismo el Ministerio Público elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, pidiendo para el encartado seis años de prisión y una multa de 1.230 euros por un presunto delito de tráfico de drogas, y un año y tres meses por un presunto delito de receptación.
Según recoge el Ministerio Público en su escrito de acusación provisional, consultado por Europa Press, el procesado se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes a cambio de dinero en su bar de Sevilla --establecimiento "que no consta que se encontrara abierto al público"--, donde concretamente sobre las 8,00 horas del 22 de agosto de 2008 vendió a J.R.T. una papelina de cocaína con un peso de 420 miligramos.
En el registro del local por agentes de la Policía, fueron hallados en el mostrador dos botes que contenían cinco 'papelinas' de cocaína con un peso neto de 1,85 gramos, 17 bolsas con 23 gramos de hachís y un trozo de hachís con un peso de once gramos, que el acusado "tenía dispuestas para la venta a cambio de dinero".
PISTOLAS GUARDADAS EN CÁMARAS FRIGORÍFICAS
Tras remarcar que el valor de la sustancia intervenida en el mercado ilícito es de 405 euros, indica que, en el interior de las cámaras frigoríficas del bar, fueron intervenidos distintos efectos, tales como dos pistolas de aire comprimido y distintos instrumentos electrónicos.
Así, el Ministerio Público pide para el encartado seis años de prisión y una multa de 1.230 euros por un presunto delito de tráfico de drogas, y un año y tres meses de cárcel por un presunto delito de receptación.
