PALMA DE MALLORCA 1 May. (EUROPA PRESS) -
El próximo jueves, 4 de mayo, se celebrará en Barcelona el segundo juicio por las consecuencias del consumo del fármaco Agreal, en el que se resolverán cinco demandas contra los laboratorios Sanofi-Aventis, correspondientes a afectadas de Granada, Sevilla, Barcelona e Ibiza.
Según expuso a Europa Press el letrado Fernando Osuna, este segundo juicio se celebrará el jueves a partir de las 12.30 horas en el Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Barcelona, ubicado en los Juzgados Civiles de Vía Layetana.
Osuna ya defendió el pasado 22 de marzo a otras afectadas en el que fue juicio pionero por este caso y señaló que los procesos "van bien" y que la primera sentencia podría salir hacia el mes de septiembre.
El letrado recordó que la primera fase del primer juicio fue procedimental y que ya se ha fijado fecha para las declaraciones de las 17 afectadas -aunque hay 18 demandas, una de ellas corresponde a una persona ya fallecida, presumiblemente, a causa del consumo de Agreal-, que tendrán lugar el 28 de junio en Barcelona. Al día siguiente intervendrán los testigos y el 30 los peritos, entre los que se encuentran médicos y farmacéuticos.
Por otra parte, Fernando Osuna explicó que prepara una tercera demanda colectiva, esta vez de carácter masivo, que implicará a entre 400 y 500 afectadas y que presentará en los juzgados catalanes a lo largo de esta semana, probablemente el miércoles, "ya que estos días se están finalizando los expedientes médicos".
Las comunidades autónomas más afectadas por el síndrome que provoca el fármaco Agreal, son Cataluña, con 53 casos, Andalucía, con 51, Madrid, con 44, la zona del Levante español, con 42, y Baleares con 32.
El Agreal es un medicamento que se prescribía a mujeres para el tratamiento de trastornos vasomotores (sofocos) y manifestaciones psicofuncionales de la menopausia, como consecuencia de las reacciones adversas que pueden provocar en muchos casos.
Sin embargo, al parecer, el fármaco también desencadenaba un cuadro sintómatico que incluía, depresiones, nerviosismo, angustia, temblores, rigidez en las mandíbulas, falta de control de la lengua, insomnio, obesidad, dolores de estómago, síndrome de retirada del tratamiento y Parkinson, entre otros, según han informado médicos expertos.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) decidió suspender la comercialización de este medicamento el 15 de septiembre de 2005, mientras que Sanofi-Aventis, que se enfrenta a demandas con peticiones económicas de hasta 140.000 euros, ha rechazado la existencia de esos efectos secundarios.